Bien dice el adagio que información es poder y al hablar del sector empresarial esto es superlativo, ya que esto puede ser un factor para que las pequeñas y medianas entidades puedan tener mayor acceso a fuentes de financiamiento, pero también a la apertura de mercados.
“América Latina es la menos desarrollada en el mundo en cuanto a la creación de ecosistemas de información abierta, y México no es la excepción. En Europa el sistema es público y esto se traduce en una mayor proveeduría de datos a nivel empresarial”, compartió en entrevista con T21 Sergio Hernández, presidente y CEO de CIAL Dun & Bradstreet México.
Un ecosistema de información abierta es clave para el desarrollo de relaciones comerciales transparentes, en donde las empresas pueden tener más información de sus proveedores, pero también de los clientes, “pueden tener acceso a la información financiera, la composición accionaria, temas de compliance, sanciones e incluso ver las personalidades políticamente expuestas que forman parte de esos corporativos”, agregó Sergio Hernández.
México está inmerso en la dinámica de las cadenas de valor global, que vino a profundizarse por la tendencia del nearshoring. En esta, las empresas que están llegando al país requieren acceder a más información de sus proveedores, que se convierte en una oportunidad para las empresas para incrementar sus compradores.
“El D-U-N-S Number es clave para poder acceder a clientes y crédito, que además tiene valores agregados como la generación de reportes de crédito, hace transparente la información empresarial, se genera un análisis crediticio y puedes realizar indicadores financieros”, describió Sergio Hernández.
Aunado a lo anterior, el D-U-N-S Number es una identificación global, “el RFC no existe más allá de México, entonces las empresas que quieran contratar los servicios de una empresa en México, no tienen mucha fuente de información confiable”, agregó.
Con base en lo expresado por el directivo, para las pequeñas y medianas empresas (pymes) participar en un ecosistema de información abierta tiene dos efectos positivos, lo primero es que abre su información a compradores para poder tomar decisiones más certeras en su base de clientes.
El otro beneficio para estos sectores empresariales es el poder acceder a otras formas de financiamiento al calificar de mejor manera ante instituciones financieras, en un contexto en donde México tiene una penetración bancaria baja, apenas del 21% como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).
En la experiencia de Sergio Hernández, hoy las industrias o sectores que más emplean estos ecosistemas de información abierta son la manufactura en general involucradas en cadenas globales; la electrónica, no sólo en componentes sino en servicios; empresas alemanas que forman parte del German Supply Act; alimentos y bebidas; sector farmacéutico; así como empresas vinculadas con una estrategia de sustentabilidad.
“En el tema de sustentabilidad contamos con el ESG Seal, que permite comparar las prácticas ESG (ambientales, sociales y gobernanza) de las empresas, a través de la generación de escalas de valor, con lo cual se pueden crear evaluaciones a los que forman parte de este ecosistema”, precisó Sergio Hernández.
En América Latina, CIAL Dun & Bradstreet cuenta con más de 460 millones de registros de compañías y genera más de cinco millones de actualizaciones diarias. En el caso de México, se tiene una base de datos de más de un millón de empresas, con cuatro mil clientes compradores de la información, que motiva la generación de 40 mil reportes de información de negocio al año.