De cumplirse el término estipulado, significaría que la obra arrancaría apenas cuatro meses después de la revocación el 6 de noviembre del fallo inicial que otorgó la construcción a China Railway y un grupo de empresas mexicanas.
Ello contradiría las informaciones transmitidas por la SCT, que con anterioridad estipuló que se darían seis meses para la presentación de nuevas ofertas.
“A finales de noviembre saldrá la nueva licitación y las bases son las mismas. Se va a dar mayor plazo para presentar las ofertas. Se van a dar seis meses, y en el momento en que se den los seis meses, recibiremos ofertas y en ese caso, con toda transparencia y todos los participantes, tejido social, función pública y quienes más quieran participar, mientras más participen mejor, se dé el fallo”, explicó en entrevista a Radio Fórmula el titular de la dependencia, Gerardo Ruiz Esparza, el pasado 7 de noviembre.
En esta misma conversación, Ruiz Esparza afirmó también que, por instrucciones del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se alargaría el plazo a seis meses a petición de los fabricantes:
Se repondrá la licitación y abrirán las cosas para que haya un poco más de plazo. No un poco, mucho más plazo, y puedan participar las empresas que estén interesadas”.
Aunado a ello, según el apartado “Fechas, plazos y montos autorizados” de la preconvocatoria de licitación, el plazo de ejecución del proyecto sería de mil 188 días naturales, el equivalente a tres años y tres meses.
Ello implicaría que, de iniciarse las obras el primero de marzo del próximo año, la obra culminaría a mediados de 2018.
De ser así, se cumpliría el plazo planteado tras la primera revocación de la licitación: “Esperamos que las primeras pruebas se den a finales de 2018”, dijo a los medios la subsecretaria de Transporte de la SCT, Yuriria Mascott, tras su participación en el congreso del Consejo Mexicano del Transporte y la Logística (CMET) la pasada semana.
Twitter: @Marti_Quintana