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Creo que con la honorable excepción de la Armada de México y sus astilleros que han producido embarcaciones para su propio uso, los astilleros privados nacionales son pocos y muy pequeños, y todo esto ha sido por consecuencia de no haber un esquema de normatividad que promueva la construcción de las embarcaciones, quizá, modestas que te dan experiencia y luego permiten saltar al siguiente modelo de embarcación.
El también presidente de la Comisión de la Frontera Norte e integrante de la Comisión de Marina, afirmó a T21 que no es que no se puedan construir este tipo de embarcaciones en México, sino que no existe la experiencia acumulada, situación que provocará traer técnicos y tecnología de otras partes del mundo.
Destacó que los contratos de Pemex son “millonarios” y la derrama económica será muy importante, pero “duele que inversiones de tal envergadura se tengan que ir a otros países porque es economía que nosotros en México dejamos ir”, sostuvo.
Propuso la reactivación de astilleros nacionales, mediante la implementación de un programa desarrollador de capacidades de producción o de construcción en México, y “mientras tanto arrendar embarcaciones para darle tiempo a nuestros astilleros, alguna política de ese tipo podría ser conveniente dependiendo de la inminencia de las necesidades de Pemex”.
Mencionó que es importante aprovechar esas inversiones y la coyuntura para dinamizar el crecimiento de los astilleros nacionales, así que “tendría que quedar esto dentro del marco de un programa de construcción, que importaría asesoría técnica”.