Una vez superada la pandemia por covid, las compañías quieren estar más cerca de sus clientes. Esta es una de las principales razones por la que las empresas extranjeras quieren instalarse en México, por su cercanía geográfica con Estados Unidos, el mayor polo de consumo en el mundo, y que tiene el respaldo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Esta relocalización industrial motivada por el tema de la proximidad (nearshoring) se acentúo aún más tras la guerra comercial de Estados Unidos con China, pero, además, un factor que detona la inversión extranjera en México es que grandes compañías, como Tesla, decidan instalarse en el territorio nacional atrayendo a su vez el interés de inversión de sus proveedores.
La compañía de electromovilidad estadounidense hizo oficial su llegada a tierras mexicanas en marzo pasado, generando con ello un boom de inversiones en la región del noreste, sin embargo, desde hace algunos años Tesla ya contaba con algunos proveedores en México, de acuerdo con Paulina González, directora de American Industries.
En su experiencia de dar acompañamiento y soluciones a las compañías extranjeras que evalúan instalarse en el país, estas buscan iniciar lo más rápido posible, por lo que representa un reto importante el que entiendan el proceso de normatividad y certificación que requiere el mercado mexicano.
“Va a ser un proyecto largo de planeación, sobre todo en desarrollo de infraestructura, se ha visto cómo una armadora desarrolla una región. Por ejemplo, KIA en Pesquería (Nuevo León), no había nada y todo lo que se ha desarrollado alrededor”, compartió González en el TradeHub Summit, organizado por la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM).
Inversión evidencia los retos de México
Pero el sector automotriz es solo un ejemplo de estas inversiones, las compañías asiáticas, sobre todo chinas, quieren continuar abasteciendo a sus clientes en Estados Unidos. Por ejemplo, Hisense.
La compañía de origen chino cuenta con una planta en Baja California (noroeste de México), además, el año pasado anunció la inversión de 250 millones de dólares en una nueva planta en Nuevo León. Pero Samuel Peña, vicepresidente de Hisense México, comentó los retos que visualizan en el país.
“México enfrenta grandes retos en el mercado de importación y exportaciones, principalmente de las materias prima. A veces está obligando a los proveedores mexicanos a adaptarse, cuando los extranjeros son los que deberían adaptarse al local, tenemos que incrementar la competitividad”, aseguró.
Por ejemplo, mencionó el caso del acero, en el que México cuenta con empresas con capacidades de abastecimiento, sin embargo, el material importado de países asiáticos, como China, llegan al país a menores costo, incluso pagando los aranceles correspondientes sin la mediación de ningún tratado comercial, por lo que las compañías locales tienen que ser más competitivas.
Por otro lado, comentó que otro reto es la infraestructura, puntualizando en ello la portuaria, en la que las materias primas de la compañía llegan principalmente de Manzanillo. “Nos estamos quedando cortos en el tema de la infraestructura, representa un gran reto para el gobierno mexicano proveer mejor infraestructura”, dijo.
En este sentido, Antonio Luna, fundador y CEO de Vitti Logistics, señaló que el plan de infraestructura nacional, lanzado en 2019, debe ser revisado para adaptarlo a la actualidad, ya que, desde entonces, algunos aspectos como el contexto geopolítico, la pandemia y la guerra comercial, cambiaron las reglas del juego.
“Todo esto nos pone en una situación diferente y nos tenemos que preguntar si el plan es adecuado para lo que nos espera, que tenía objetivos de inversión en telecomunicaciones, transporte, energía para mejorar la eficiencia”, dijo.
En cuanto a los espacios industriales, México debe dar certidumbre a los inversionistas, proporcionándoles soluciones versátiles e innovadoras, de acuerdo con Michele Porrino, director ejecutivo de WTC Industrial, compañía desarrolladora de parques industriales.
“Hace varios años innovamos generando energía en el parque, ahorita ya no es viable, pero en su momento ayudó mucho. Pero la innovación no solo es tecnología, es experimentar nuevos esquemas y hace 15 años empezamos a ofrecer el RFE (Recinto Fiscalizado Estratégico)”, dijo.
Por otro lado, WTC Industrial le ha dado a sus huéspedes innovaciones como un sistema de seguridad ágil para los trabajadores, así como soluciones en materia de ecología, como plantas para tratar el agua utilizada en las operaciones de las compañías.
Asimismo, los especialistas puntualizaron que un reto importante es la mano de obra, por lo que se debe buscar la capacitación de los trabajadores para ofrecer a los inversionistas el capital humano que requieren.
“Quanta (proveedor de Tesla) nos está pidiendo perfiles que no tenemos en la región, con cierto nivel de experiencia, eso no quiere decir que falte mano de obra, cada región tiene su especialización. Hay que especializarnos en lo que se requiere”, aseguró Paulina González.
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