CANCÚN, Q. ROO.- El autotransporte de carga es una actividad esencial para la economía nacional al aportar el 56.2% del total de mercancías movilizadas en el territorio nacional, y el 80.5% de los productos transportados de forma terrestre.
Frente a esta relevancia, el sector transportista organizado alerta sobre la situación que enfrentan las empresas en donde convergen situaciones económicas como la inflación, que para el sector está por encima del registro general, pero también condiciones particulares como la inseguridad, falta de operadores, escasez de equipos y reducción de facilidades para el cumplimiento de impuestos.
“Diversas situaciones se conjugan para afectar la rentabilidad de las empresas, en donde algunos de los costos no los puede asumir el empresario, pero sí van afectando al negocio”, consideró Ramón Medrano Ibarra, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), en el marco de la convención de este organismo.
Entre los factores que indicen en el sector empresarial está el tener topados algunas facilidades como la deducibilidad del pago del 50% de pago de autopistas o del 8% de gastos no comprobables hasta 1 millón de pesos.
“A esos factores debemos sumar el costo de inseguridad que se estima en un 0.5% del Producto Interno Bruto, el costo administrativo del complemento Carta Porte, y de manera más reciente la imposibilidad de acreditar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS)”, comentó Refugio Muñoz López, vicepresidente ejecutivo de Canacar.
Muñoz López hizo énfasis en que este tipo de situaciones no son beneficios para el autotransporte, sino para la sociedad y economía en general, ya que el impacto que puedan tener las empresas de este sector, se debe repercutir en el precio de sus servicios y, con ello, incidir en el consumidor final.
En materia de seguridad, Refugio Muñoz refirió que si bien la incidencia delictiva ha reducido 30% al comparar 2022 contra 2019 en delitos del fuero común y federal, también es claro que luego de caer en 2020 y 2021 los registros, al compararse 2022 contra 2021 ya se tiene un incremento del 2.21 por ciento. En todos los casos evaluando los periodos enero – julio.
“Si bien en 2019 nos robaban una unidad cada 2.5 horas y ahora tenemos un registro de un camión cada 1.5 horas, es imprescindible tomar medidas, como el decreto presidencial del programa nacional de seguridad de carreteras, como sucedió a mediados de la década de los 90 del siglo anterior, cuando la situación de inseguridad también fue sumamente grave”, enfatizó José Refugio Muñoz.
El presidente del organismo resaltó que no se puede soslayar otros dos factores que enfrenta el autotransporte, que es el déficit de operadores y que, de acuerdo con la International Road Transport Union (IRU), en México se estima en 54 mil puestos laborales. El otro factor, es la escasez de equipos de transporte, que también incide en la productividad de las empresas.
El tema de operadores se agrava porque además el crecimiento del autotransporte es 2x el aumento del PIB, por lo cual si se estima que la economía nacional avance en 1.7%, el autotransporte lo hará en 3.4%, con ello se podría adicionar un déficit de mil 800 operadores, calculó Refugio Muñoz.
En el caso de la falta de equipos, Medrano Ibarra exaltó que se requieren estímulos a la inversión, para poder acelerar la incorporación de una flota moderna, que además de incorporar beneficios al ambiente, seguridad activa y pasiva, también contribuye en confort y seguridad para el operador.
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