El costo por el robo al autotransporte en las carreteras del país ha llegado a un nivel tal que ya ha sido incorporado un porcentaje dentro de la estructura de costos de las compañías de autotransporte de carga, sobre todo por aquellas más profesionales y, por supuesto, este componente se ha visto reflejado en sus tarifas a los usuarios.
Y es que la realidad va de mal en peor. En regiones importantes controladas por el crimen organizado (CO) como lo es el estado de Michoacán, las empresas de autotransporte tienen que pagar el “impuesto de seguridad” a los poderes fácticos que controlan el tráfico por las carreteras de esa entidad. Las autoridades, prácticamente han dejado a su suerte a las empresas de autotransporte en los caminos del país y el problema ya pesa de forma importante en los costos de las empresas.
Resultó paradójico que al mismo tiempo que el gobernador de ese estado, Alfredo Ramírez Bedolla, presumía en un programa de radio de la Ciudad de México “los beneficios” que para su estado reportará el nearshoring por la fusión de los ferrocarriles Canadian Pacific y el Kansas City Southern que conecta los tres países de América del Norte, partiendo desde el puerto de Lázaro Cárdenas, integrantes del CO robaban a autotransportistas y turistas en la autopista siglo XXI Lázaro Cárdenas-Morelia que las propias víctimas denunciaron con videos testimoniales a través de las redes sociales. Con ello, al unísono, los hechos daban al traste al discurso del político que presumía el Estado de Derecho michoacano por casi completar dos años sin bloqueos a las vías del ferrocarril.
Y en la autopista, la Guardia Nacional ni sus luces. Está claro que los abrazos y acusarlos con sus mamás a los delincuentes no ha servido como estrategia seria para combatir a los delincuentes.
¿El CIIT va a toda máquina?
Aunque hasta hoy el reconocimiento que los representantes de la Secretaría de Marina responsables del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) hacen es que sólo existe un proyecto con pies y cabeza en los diferentes polígonos a licitar en esa franja que va de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, la titular de la Secretaría de Economía, Raquel Buenrostro, decidió echar las campanas al vuelo con una declaración por demás espectacular al prometer que el proyecto podrá hacer crecer el producto interno bruto del país entre 3 y 5% una vez que esté en pleno funcionamiento.
Eso sí, no explicó más razones ni el plazo para que esté en pleno funcionamiento, sólo el cálculo de que atraerá siete mil millones de dólares de inversión productiva nacional y extranjera a través de los polígonos que suman tres mil hectáreas de terreno y cuyo proceso de licitación comenzará en las próximas semanas.
La opinión de la funcionaria contrasta con las versiones de los empresarios del real estate que desarrollan naves industriales para las grandes corporaciones que están aterrizando en nuestro país; y es que, a decir de ellos, la demanda que tienen está concentrada en los estados del norte del país, y no en el sureste con todo y los incentivos fiscales que la secretaria Buenrostro ha anunciado.
Ojalá, y por el bien de la región sureste del país, que este proyecto sí resulte más productivo en comparación con los resultados que tienen o tendrán los demás macroproyectos del autodenominado gobierno de la Cuarta Transformación una vez terminados.
Ya veremos.
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