La norma ambiental NOM 044 Ecol-1993 debió actualizarse desde finales del año pasado, y los camiones mexicanos debieron adoptar la norma estadounidense EPA 2004, situación que no se ha dado por la falta de definición tanto de la Semarnat como de la Secretaría de Economía.
La filial en México de la empresa líder en la venta de camiones en Estados Unidos y la principal fabricante de camiones en México, trabaja con sobre costos de operación al tener una dualidad en sus procesos de producción.
“Tenemos que utilizar doble ingeniería: una para los camiones destinados al mercado local y otro para el de exportación, por la falta de evolución en la norma ambiental en motores para México que debió aplicarse desde el año pasado”, dijo el directivo.
Explico que a la fecha, en su planta de Escobedo, Nuevo León, donde han invertido más de 100 millones de dólares y a la fecha producen más de 30 mil camiones al año, se duplican los sistemas de manufactura y hay un impacto en costos al producir refacciones para dos tecnologías.
“No puedo proporcionar cifras, pero es un costo importante”, puntualizó.
Aunado a ello, en marzo de 2003, la Semarnat otorgó un permiso para la comercialización de camiones con nomenclatura ambiental europea Euro III, lo que causó discrepancia en las armadoras de camiones con la tecnología estadounidense EPA, ya que argumentan una falta de garantías a su inversión por parte del gobierno mexicano.
Al respecto, Cañal dijo que la indefinición de Semarnat beneficia a empresas como Volvo, Scania, MAN y Volkswagen que no tienen inversión en el país, ya que traen a México motores amortizados.
“Lo que buscan estas empresas al traer camiones con motores europeos obsoletos es sacarle provecho económico al país, con una tecnología que va de salida en Europa. Lo que buscamos nosotros es que en México se utilicen normas globales para que el país vaya evolucionando, no hay que tratarlo como un país de segunda”.