Hace 25 años, el mercado naviero estaba compuesto por unas treinta compañías que representaban el 63% de la flota mundial. El panorama actual muestra una selección aún más estrecha, con sólo cuatro grandes alianzas navieras que concentran el 70% de las operaciones mundiales. Sin embargo, la coordinación operativa de estos gigantes parece seguir siendo medicina para disminuir el síntoma, pero que aún no cura la enfermedad.
El avance tecnológico no se ve reflejado en la logística internacional.
Seguramente si usted es importador, le ha pasado que su proveedor le informa que su embarque ha sido “roleado” porque no había espacio disponible para su carga en el buque, retrasando la partida al menos una semana. Cuando esto pasa, no queda otra opción que adaptarse al cambio y asumir las consecuencias. De hecho, si su proveedor es un Freight Forwarder, no tiene ninguna herramienta para evitar que ello suceda.
Del mismo modo ocurre para las navieras, quienes pueden tener 100 reservas, y a escasas horas de la salida, se dan cuenta que gran parte de estas fueron canceladas y deben emprender viaje con los espacios vacíos.
No estamos aquí para juzgar quién es el culpable de esta realidad, ya que es una característica de la industria marítima internacional: overbooking y ausencias de non-show fee. Lo cierto es que no existe una política de prepago Premium que asegure el lugar; no hay un sistema que opere de manera centralizada y, por lo tanto, nadie cobra por haber “falseado” ese espacio.
Imagine que compra un boleto de avión y al momento de hacer el embarque le dicen que no va a poder volar porque ya abordaron los pasajeros suficientes para completar los lugares disponibles. ¿Tendría esa misma reacción? ¿Lo tomaría como algo natural y dentro de las posibilidades? ¿Cambiaría la fecha de su vuelo de acuerdo a la conveniencia de la aerolínea?
En momentos como los de hoy, donde falta espacio disponible y el tiempo es clave para alcanzar niveles aceptables de productividad, resolver este asunto es prioritario tanto para navieras como para los clientes finales. La especulación y el mal manejo de los datos dañan la eficiencia de la industria.
Cuando la información es recogida con base a conversaciones descentralizadas, es difícil prever cuál es el precio que encuentra el mejor equilibrio entre la oferta y la demanda, y esa inestabilidad repercute en todos los actores de la cadena de trabajo. Este es el tipo de ejercicios que la tecnología resuelve mejor que el hombre, ya que centraliza la información y genera resultados con base a patrones pre-establecidos que operan de manera independiente y transparente.
Quizás sea hora de apoyarnos en sistemas avanzados para el mejor manejo del pricing, en beneficio de rutas más rentables y tráficos más seguros para proveedores y clientes.
Desde Gurucargo.com creemos que el mercado puede reinventarse a través de la tecnología y estamos trabajando para hacer más simple y eficiente la logística internacional.
Comenta y sígueme en Twitter: @ceogurucargo
Hace 25 años, el mercado naviero estaba compuesto por unas treinta compañías que representaban el 63% de la flota mundial. El panorama actual muestra una selección aún más estrecha, con sólo cuatro grandes alianzas navieras que concentran el 70% de las operaciones mundiales. Sin embargo, la coordinación operativa de estos gigantes parece seguir siendo medicina para disminuir el síntoma, pero que aún no cura la enfermedad.
El avance tecnológico no se ve reflejado en la logística internacional.
Seguramente si usted es importador, le ha pasado que su proveedor le informa que su embarque ha sido “roleado” porque no había espacio disponible para su carga en el buque, retrasando la partida al menos una semana. Cuando esto pasa, no queda otra opción que adaptarse al cambio y asumir las consecuencias. De hecho, si su proveedor es un Freight Forwarder, no tiene ninguna herramienta para evitar que ello suceda.
Del mismo modo ocurre para las navieras, quienes pueden tener 100 reservas, y a escasas horas de la salida, se dan cuenta que gran parte de estas fueron canceladas y deben emprender viaje con los espacios vacíos.
No estamos aquí para juzgar quién es el culpable de esta realidad, ya que es una característica de la industria marítima internacional: overbooking y ausencias de non-show fee. Lo cierto es que no existe una política de prepago Premium que asegure el lugar; no hay un sistema que opere de manera centralizada y, por lo tanto, nadie cobra por haber “falseado” ese espacio.
Imagine que compra un boleto de avión y al momento de hacer el embarque le dicen que no va a poder volar porque ya abordaron los pasajeros suficientes para completar los lugares disponibles. ¿Tendría esa misma reacción? ¿Lo tomaría como algo natural y dentro de las posibilidades? ¿Cambiaría la fecha de su vuelo de acuerdo a la conveniencia de la aerolínea?
En momentos como los de hoy, donde falta espacio disponible y el tiempo es clave para alcanzar niveles aceptables de productividad, resolver este asunto es prioritario tanto para navieras como para los clientes finales. La especulación y el mal manejo de los datos dañan la eficiencia de la industria.
Cuando la información es recogida con base a conversaciones descentralizadas, es difícil prever cuál es el precio que encuentra el mejor equilibrio entre la oferta y la demanda, y esa inestabilidad repercute en todos los actores de la cadena de trabajo. Este es el tipo de ejercicios que la tecnología resuelve mejor que el hombre, ya que centraliza la información y genera resultados con base a patrones pre-establecidos que operan de manera independiente y transparente.
Quizás sea hora de apoyarnos en sistemas avanzados para el mejor manejo del pricing, en beneficio de rutas más rentables y tráficos más seguros para proveedores y clientes.
Desde Gurucargo.com creemos que el mercado puede reinventarse a través de la tecnología y estamos trabajando para hacer más simple y eficiente la logística internacional.
Comenta y sígueme en Twitter: @ceogurucargo