Hoy su pago es por cuatro diferentes servicios de Internet. Después de una evaluación de la calidad, podría dar de baja Total Play en primer término por su mala calidad, pero !oh sorpresa¡, las letras chiquitas le castigan hacerlo antes de 24 meses que se cumplen a finales de este año, por lo que tendrá que seguir pagando.
El otro servicio que piensa ahora dar de baja, es Cablevisión, y quedarse sólo con Telmex y Axtel que han sido los más consistentes en el último año. Su historia no es muy distinta a la que todos los días viven muchos usuarios de los servicios de telecomunicaciones en nuestro país, que tienen que gastar importantes recursos en pagar facturas de servicios malos en total indefensión, pues no hay autoridad que proteja los intereses del usuario.
La nueva Ley de Telecomunicaciones que le está doliendo a empresarios como Carlos Slim, por los impactos que tendrá sobre sus empresas de telefonía fija y celular, promete generar la necesaria competencia que podría traducirse en primera instancia en servicios más económicos acordes a la calidad que recibimos, y después, provocar que éstos sean de mayor calidad.
Desde la óptica de Telmex, parece injusto que le deba de dar acceso a su red indiscriminadamente a sus nuevos competidores y con costo cero por haber sido declarado actor preponderante en el mercado por parte de la autoridad. Y está en desacuerdo de ello. Igualmente fue injusto que el gobierno le diera un monopolio que explotar durante un largo periodo de tiempo en el cual su controlador saltó a estar en el top three de los hombres más ricos del mundo.
Las telecomunicaciones son un recurso esencial para casi todas las actividades económicas y no es la excepción en el sector logístico. El flujo de información de los embarques y el control de los inventarios, entre otras actividades, precisa de un uso intensivo de los servicios de telecomunicaciones, y sus ineficiencias en calidad y altos costos, están repercutiendo en el componente logístico que se debe reflejar al consumidor al final de la cadena logística, restando competitividad a nuestro país.
Si continuamos con el propósito de hacer de México una plataforma logística, el país necesitará de mejores y más competitivos sistemas de telecomunicación para atraer las inversiones necesarias que el país requiere para lograrlo.
P.D.
Arizona ha dejado de ver al puerto de Guaymas, Sonora, como una opción para su comercio exterior por contenedores ante la imposibilidad de recibir servicios directos de Asia y Sudamérica. Sin embargo, sigue siendo una buena alternativa para la carga general a granel.
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