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El tema de seguridad no ha repercutido ni en la operación del puerto ni en el desalojo de la carga, que llega a su destino sin ningún contratiempo; esto ha sido lo que ha generado la confianza de las agencias navieras y de sus clientes,
detalló en entrevista tras su participación en un foro de infraestructura el vicealmirante, quien desde el pasado mes de noviembre dirige el recinto michoacano.
Para 2014, apuntó que el puerto tiene varios retos por delante. En primer lugar, citó, continuar con el desarrollo de la segunda terminal especializada de contenedores, que actualmente se encuentra en un avance de un 15% y que representa “la mayor inversión” para este año: 2 millones 150 mil pesos. “Se tiene planeado que en el primer trimestre de 2015 esté operando la primera etapa”, explicó.
Consciente de las oportunidades que representa recibir buques de grandes dimensiones, se invertirá 650 millones de pesos hasta 2015 en incrementar la profundidad del canal de acceso y aumentar los comerciales de 16 a 17 metros.
En el aspecto comercial se está especializando en dos tipos de buques: portaconteneores de gran envergadura y granel mineral, como vegetal. Estamos adecuando la infraestructura para poder recibirlos,
detalló.
Como parte del plan de expansión, se está desarrollando un Recinto Fiscalizado Estratégico con una superficie de 62 hectáreas, programado en tres fases de construcción. Las instalaciones se situarán sobre los 60 kilómetros de vía de ferrocarril con los que cuenta el puerto.
Aunque el recinto aumentó el movimiento de carga general en 2013, sufrió un revés en lo que respecta a contenedores y registró una caída de un 15.4% respecto al año anterior motivada, principalmente, por el inicio de operaciones de la TEC II del puerto de Manzanillo, precisó Cruz Ballado.