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Estas importaciones (correspondientes a 10 mil 855 vehículos) se introdujeron en las aduanas de Ciudad Juárez, Mexicali, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Reynosa y Tijuana, en el periodo que comprende del primero de enero del año pasado al 26 de junio de este año.
La autoridad fiscal mexicana calcula que estas importaciones causaron un daño a la economía nacional de alrededor de tres millones 602 mil 455 dólares en impuestos omitidos.
A su vez, el fisco también informó que identificó a otros tres importadores que empleaban sellos falsos de las autoridades de Estados Unidos para, de igual manera, introducir vehículos a territorio nacional. En este último caso, la autoridad mexicana emitió nueve órdenes de embargo por transmisión de información falsa de un proveedor en el extranjero.
En el caso de los sellos falsos, la forma en que operaban es que durante el despacho los importadores transmitían en el pedimento de importación el título de propiedad de los vehículos con un sello apócrifo de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) y, en el caso de precios subvaluados, durante el despacho transmitían en el pedimento un valor mejor al reportado a CBP durante la exportación”, dijo el SAT.
La introducción de vehículos que fomentan la competencia desleal en el mercado mexicano, es una exigencia que han elevado desde tiempo atrás hacia las autoridades tanto productores como distribuidores, principalmente de marcas extranjeras instaladas en el país.
El SAT precisó que la acción que llevó a cabo tiene relación con la estrategia que puso en marcha en días recientes, junto con la iniciativa privada, llamada Juntos contra la ilegalidad, y que tiene por objetivo combatir las conductas “ilegales” que afecten a los sectores productivos del país.
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