Por macroproyectos en nuestro país no paramos. Vaya que los políticos son prolijos en aquello de tener “brillantes” ocurrencias de lo que necesitamos. Lo mismo tratándose de regresar los ferrocarriles de pasajeros por doquier, la construcción de más refinerías, nuevos puertos marítimos en Nayarit o Baja California, nuevos aeropuertos y etcétera.
Y vaya que ni siquiera se ruborizan al presumir en público esas “grandes ideas”. Parecieran ser asépticos a la duda que asalta a empresarios y expertos sobre la viabilidad económica de hacer realidad esos castillos en el aire.
Entre lo más reciente que se dio a conocer en foros públicos destaca el recuperar el puerto Punta Colonet en el estado de Baja California con recursos del gobierno del estado por el orden de 25 mil millones de pesos, ¡hágame usted el favor! Aquella idea de hace 20 años de construir un puerto al sur de Ensenada para atender las necesidades crecientes de los puertos de Los Ángeles/Long Beach, desempolvada en momentos del nearshoring que busca acercar la proveeduría que se había concentrado en el Lejano Oriente. ¡Por qué no!
Otra es el desarrollo y equipamiento del puente internacional de Colombia, Nuevo León, y su pequeña zona urbana, con un nuevo puente internacional ferroviario, aeropuerto de carga, autopista exclusiva vía territorio 100% neoleonés, y la ampliación de ocho a 16 carriles del puente vehicular.
Por imaginación no paramos, no importa que nos salga un aeropuerto que nadie usa, un tren sin pasajeros, un puerto sin carga, una refinería que no refina. El erario público aguanta todo. Lástima que los cazatalentos de Walt Disney no descubrieron a tiempo a nuestros políticos.
Un Congreso de película
No. No es una de vaqueros. Se trata del XXIV Congreso de la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI) que, para esta edición iniciada ayer, eligieron un escenario de película. El hotel Planet Hollywood en el nuevo Cancún ubicado en la zona norte del balneario turístico.
El espacio para los trabajos es literalmente un escenario artístico lleno de luces donde el primer actor es el transporte intermodal y en el libreto su papel destaca como el héroe de esta película que puede erigirse en el gran rescatador del complejo escenario logístico que tenemos con la escasez de operadores de autotransporte, la creciente inseguridad en las carreteras, las acciones en contra del cambio climático, la falta de infraestructura adecuada y suficiente, los caprichos de políticos en la frontera que inventan nuevas revisiones al transporte, y mejores costos en la cadena de suministros.
Ya lo dijo ayer el presidente de la AMTI, Diego Anchustegui, tercera generación de una familia autotransportista, quien se vistió de gala recordando la primera vez que piso un set intermodal. Ver la extraordinaria coordinación de pasar los contenedores del autotransporte al ferrocarril y potencializar el alcance mediante la suma de las fortalezas de los dos modos, es todo un histrión digno del Oscar, y para siempre destacar en marquesina.
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