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Gilberto López Meyer, director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), descartó que el accidente del helicóptero SUPER Puma AS 332 L, en el que viajaba el funcionario se atribuya un atentado, sino que obedeció a un error humano, es decir a la “pérdida de conciencia situacional respecto a las elevaciones del terreno circundante”.
En conferencia de prensa, dijo que esta situación se sumó la probable fatiga de la tripulación al mando de la aeronave y en particular del piloto, a una posible presión de la tripulación por privilegiar el cumplimiento de la misión sobre la seguridad aérea así como a una ineficiente supervisión del operador a la administración de recursos humanos.
Explicó que en el momento de impacto la aeronave se encontraba desviada aproximadamente a mil 555 metros a la derecha de a ruta originalmente trazada, decisión que tomó el piloto a partir de las condiciones de visibilidad en el lugar del accidente.
De acuerdo con el reporte de las autoridades el helicóptero SUPER Puma AS 332 L estaba certificado y calificado como aeronavegable por la Dirección General de Aeronáutica Civil, no existe evidencia alguna de falla mecánica de la aeronave o de alguno de sus componentes principales durante la operación del vuelo.
Tras las conclusiones del estudio se consideró necesario el estudio y aplicación de los conceptos de factores humanos en relación a la seguridad aérea para mejorar la administración del trabajo de las tripulaciones.
Asimismo de detectó la necesidad de fortalecer la capacitación de las tripulaciones, respecto a los procedimientos en condiciones de vuelos por instrumentos.
El Secretario (Ministro) de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, expuso que se decidió fortalecer a la Dirección General de Aeronáutica Civil mediante el incremento de su presupuesto planteado para 2013 en un 24%, asimismo propuso la creación de una unidad de investigación de accidentes en todas las modalidades de transporte.