Nuevo León, al noreste de México, arrastra retrasos en cerca de dos mil trámites burocráticos relacionados con el sector del autotransporte a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Si bien, las causas son multifactoriales, es cierto que al ser el segundo estado con mayor flota a nivel nacional (con 71 mil 016 unidades motrices en 2022) y contar con un solo Centro SICT, este tema se convierte en un cuello de botella.
Es conocido que las afectaciones en estos trámites se han dado a nivel nacional debido a los efectos de la pandemia, pero la acumulación de estos es mayormente preocupante en el destino más atractivo para las empresas que buscan relocalizar sus líneas de producción en México.
Una fuente que solicitó el anonimato detalló a T21 que la situación empeora debido a la corrupción que impera. “Los transportistas pagan entre 10 y hasta 20 mil pesos por un trámite, lo que afecta a la industria en general, puesto que, los que no pagan y hacen su trámite de manera legal tardan mucho tiempo en concluir el trámite, lo que afecta mucho la operación porque tienen su activo parado sin generar ninguna utilidad”, comentó.
En su opinión no existe un proceso limpio para los trámites, “no hay una ficha de ingreso que asigne un lugar o que indique el tiempo en el que el trámite pueda concluirse, no se tiene un proceso establecido. Muchas veces los transportistas entregan sus documentos y una vez que se quiere dar seguimiento al trámite resulta que no encuentran el expediente y al no tener un comprobante no se tiene un respaldo”, situación que deja desprotegidos a los transportistas.
Esta situación impacta a un promedio de dos mil trámites, entre los que se cuentan altas, bajas, modificaciones, placas, licencias, etc., lo que perjudica de manera importante la rentabilidad de las empresas ya que, tomando en cuenta que hay una afectación en los ciclos de entrega de las unidades, los transportistas tienen que esperar hasta dos meses más para que su activo comience a circular y a generar negocio.
“Es algo en lo que no hemos podido avanzar con la SICT, porque alegan que su sistema no es el adecuado, sin embargo, siendo una secretaría que recauda cuantiosos recursos debe invertirse en un sistema eficiente que dé respuesta a las necesidades del autotransporte… esto resulta urgente para atender la demanda actual y futura del sector autotransporte de carga”, sentenció la fuente.
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