En México, 11 millones de vehículos realizan actividades de transporte de mercancías, considerando todas las clases, es decir, desde utilitarios y hasta tractocamiones. Esto es poco más de una quinta parte del total de la flota vehicular que circula en el país.
En esta necesaria actividad de transporte de mercancías para la economía, apenas unas 100 empresas han iniciado el camino hacia la electrificación de sus flotas, de acuerdo con Francisco Cabeza, presidente de la recién creada Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE).
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El común denominador de estas compañías es la preocupación -y en algunos casos obligación- por reducir su huella contaminante por el uso de motores propulsados por combustibles fósiles (gasolina, diésel o gas natural), una tendencia global aún difícil de convencer incluso para los libros de contabilidad, sobre todo en países como México donde la infraestructura eléctrica aún es insuficiente.
“Muchas veces el TCO (costo total de propiedad) no da, honestamente, pero cómo hacemos para que podamos hacer los primeros ejercicios, es pura voluntad”, afirmó Julio Hernández, subdirector Comercial en Element Fleet Management, responsable de la parte de movilidad eléctrica en carga pesada, presente en el Latam Mobility México 2023.
El TCO es un método de cálculo diseñado para determinar los costos directos e indirectos, así como los beneficios, relacionados con un producto o sistema.
Durante su participación en el panel Desarrollo actual y futuro de la infraestructura de carga en México, Hernández aseguró que el año pasado Element Fleet Management, a través de Arc by Element, su servicio especializado para flotas, estuvo presente en el 98% de todos los ejercicios que se hicieron en el país en cuanto a transición hacia la movilidad eléctrica, en empresas como Grupo Modelo, Grupo Traxión con Medistik, Redpack, Estafeta y Transportes Marva, entre otros.
Así como Element Fleet Management ha encontrado un terreno virgen en el mercado mexicano, otras empresas ya han iniciado su aterrizaje e incursión en el ecosistema de proveeduría para la infraestructura de recarga eléctrica que se ha venido integrando en los últimos años, principalmente la que está detrás de los proyectos de electrificación de las flotas vehiculares.
Hitachi Energy, dedicada a soluciones de energía sostenible para edificios, servicios públicos, industrias y sectores de infraestructura, recientemente lanzó un servicio de movilidad eléctrica en México precisamente para flotillas industriales y de pasajeros, con la instalación de estaciones de recarga a través de subestaciones rectificadoras, con una capacidad mínima de 1 megawatt.
“El servicio está enfocado en flotillas desde reparto de última milla, empresas de mensajería y transporte de pasajeros en las grandes ciudades. Apenas estamos lanzando este servicio de movilidad eléctrica en México, pero hay muchos casos de éxito en Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea donde ya operamos”, afirmó Javier Nova, líder del Segmento Industrial de Movilidad Eléctrica de Hitachi Energy.
Para Andrei López Mondragón, cofundador de Ce Neutral, la eficiencia en costos que buscan las empresas a través de la transición eléctrica de sus flotillas se dará en el momento en que exista más infraestructura para soportar sus actividades en el transporte de mercancías.
“Las estaciones de carga son fundamentales para asegurar esto (…) es una carrera por tener una mayor autonomía (…) esto plantea que se necesiten cargadores más potentes, necesitar prevenirse con más tiempo de estas instalaciones eléctricas y voltear al tema de suministro de energía, (aunque) pensando que el 30% de la flota se transicione (sic), es decir, de un total de 50 millones de vehículos, para 2040, necesitaríamos dos veces el sistema eléctrico del país”, aseguró López.
Ce Neutral es una empresa con un año de operación en México enfocada en flotas; diseña la ruta de sus clientes para su movilidad eléctrica y provee de hardware y software. Ha trabajado para empresas como Grupo Bimbo, Grupo Modelo, DHL, Fedex Express, Element Fleet Management y Oxxo, para dotarles de una recarga confiable y disponibilidad de tiempo en sus centros de carga.
Para las empresas que están proveyendo de cargadores para las compañías que deciden hacer esta transición eléctrica en sus flotillas, el reto está en cumplir con las distintas tecnologías automotrices que están llegando al mercado mexicano y latinoamericano.
“El reto es realmente tener un cargador para cada tipo de vehículo eléctrico (americano, europeo o asiático). Eso nos obligó a tener nuevas tecnologías y certificaciones (…) tenemos como obligación hacer esa transición fácil y entendible”, afirmó Patricia Baires, gerente de Desarrollo de Negocios en Latinoamérica de Blink Charging, empresa nacida en Estados Unidos hace 14 años especializada en cargadores y software para estos; apenas tiene año y medio de haber llegado a nueve países en América Latina de los 32 a escala global donde opera actualmente.
Otras empresas como Enel X México han ido más allá, es decir, han buscado ofrecer servicios más completos para las transiciones de flotillas eléctricas, con la planificación desde cero, obras de refuerzo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la instalación de un patio de recarga con los cargadores, la entrada de operación y el monitoreo de la vida útil de los cargadores y la flotilla a través de un software propio; incluso, el suministro de energías y unidades vehiculares “verdes”.
“Estamos preocupados y ocupados en el crecimiento de toda la infraestructura eléctrica para meter nuestros sistemas de carga. Somos especialistas eléctricos, de la mano con las autoridades, vemos el panorama del sistema de carga, desde la perspectiva de los cargadores, pero también ir creciendo con la red eléctrica de la mano”, afirmó Isabel Miranda, responsable de Marketing y Ventas de Enel X México.
Los especialistas concordaron en que el mercado mexicano ha sido punta de lanza en América Latina en el último año en la transición de las flotas hacia el uso de energía eléctrica, sin embargo, aún faltan muchos retos y obstáculos que superar en cuanto a la cultura y entendimiento de este negocio para las empresas y las propias personas para seguir ampliando esta tendencia hacia la movilidad eléctrica; y entender que no se deben realizar trabajos asilados, asumiendo la perspectiva de que se ha formado un ecosistema de proveeduría para resolver todas las necesidades.
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