El elevado índice de accidentes y un número de robos cada vez mayor, de hecho cada mes se llega a un pico histórico. Ambos temas sin control y con un pronóstico bastante malo.
El primero derivado fundamentalmente de la falta de preparación de los conductores, pero… ¿cuales conductores?; Pues los pocos que quieren trabajar en esta industria.
El déficit de operadores capacitados está alrededor de los 70 mil en nuestros país, entonces, respecto de los pocos qué hay que desean trabajar en este negocio se da prioridad a que cumplan con los viajes y las responsabilidades comprometidas por la empresa y se deja a un lado los temas de capacitación y entrenamiento necesarios.
Si hablamos de temas como la fatiga , salud ocupacional , uso y abuso de sustancias tóxicas entonces el panorama pintará peor.
Paradójicamente las últimas tecnologías que incorporan a las unidades sistemas que mitigan los riesgos y nos permiten una medición prácticamente total de todos los parámetros de la conducción no son suficientes para resolver la polaridad entre seguridad vs productividad; esta última se ha priorizado.
Necesitamos conductores confiables que resulte en operaciones rentables. Comenzar por la re definición del concepto de un operador moderno que nos lleve a mostrar este oficio como un trabajo digno, bien remunerado y seguro, es en nuestro modo de ver el primer paso y es una de las razones de ser del Instituto para la Prevención y Seguridad en el Transporte (IPRESET).
Por lo que toca al otro gran tema de la inseguridad y el fenómeno de la delincuencia organizada y la no tanto, que han hecho a nuestro sector presa de la más alta frecuencia de siniestros en la historia del trasporte moderno hay dos puntos que quiero resaltar:
Los niveles de violencia con los que se están cometiendo los ilícitos en contra de los transportistas me lleva a sugerir la inmediata preparación de las organizaciones en el manejo adecuado de las crisis derivadas de robos, secuestros de operadores y mercancías, extorsiones, etc. Las empresas transportistas en su mayoría no están preparadas para este tipo de situaciones y hoy se vuelve indispensable para preservar la integridad tanto del personal como de sus activos.
En segundo lugar quiero resaltar que si hay casos de éxito, trabajo en equipo, sistemas de gestión, tecnología y coordinación con autoridades que han ayudado a resolver casos particulares que deben ser compartidos para multiplicar su efecto. En ambos casos hemos iniciado el esfuerzo de integrar estas experiencias a nuestros modelos de comunicación y formación.
Agradezco la oportunidad que T21 abre para que a través de esta columna compartamos información, experiencias e iniciativas y podamos también sumar al esfuerzo a todos aquellos que tengan algo valioso para nuestro sector.
Crear la Nueva Realidad que queremos para el Transporte en México es la contribución que hemos elegido ser.
Avancemos con rapidez, estrategia y eficiencia, hagámoslo con Conciencia, Honestidad y Responsabilidad. Hasta pronto.
Enrique Beltrán Mena
Presidente IPRESET
ebeltran@ipreset.mx