Empieza la rutina de ese día martes. Mattew a su trabajo y Robert a conectar su smartphone con la App de Uber. Menos de dos minutos y llega la primera orden de servicio. El pasajero se ubica a unos 800 metros de distancia, en el Grand Hyatt Seattle, de Pine Street, y ha solicitado un servicio al aeropuerto Seattle/Tacoma. Nada mal unos 80 dólares de tarifa promedio para iniciar el día.
Mattew en la oficina intercala la revisión de oficios y encomiendas de sus jefes con los casos que administra, y de vez en vez, checa la trayectoria de Robert en su smartphone para verificar cómo está marchando el día.
A las 16:00 horas Mattew ya tiene sus pies en la banqueta. Camina un par de calles al Starbucks de Olive Way Av. donde igual que ayer, y mañana, se encontrará otra vez con Robert para recibir el Corolla.
En este caluroso verano, Mattew ha repetido la dosis de un frapuchino para sobrellevar el calor que hace en el exterior.
Robert ya se ha reportado. Llegará en 12 minutos más porque hoy lo han demorado un poco más en el Fullfilment Center de Amazon. La buena es que hoy ha conseguido tres paquetes que entregar por su barrio antes de las 19:00 y las dos entregas que Mattew busca hacer a diario antes de ir a casa a descansar, esta vez le han tocado en su mismo código postal.
El reporte del día para Mattew es una facturación de 237 dólares con Uber gracias a la buena labor de Robert, descontados los gastos y comisiones le quedarán unos 50 dólares; 15 dólares de Amazon por las entregas y 180 dólares de su jornada laboral.
Mattew y Robert son dos personajes ficticios, pero nada alejados de la realidad que se da ya en una ciudad como Seattle y que tarde o temprano, quizás más temprano que tarde, habrá de alcanzarnos en México.
Para esta realidad, las empresas nacionales en el sector transporte y de mensajería deberán de adaptarse rápido a los cambios que vienen, buscando implementar esquemas de la economía colaborativa, que puedan ayudarles a optimizar sus costos operativos en beneficio de sus clientes emisores y receptores. Esos son los modelos disruptivos que están marcando tendencia en el mundo. La innovación destructiva que está revolucionando la economía y cambiando la forma tradicional de hacer negocios.
En los Estados Unidos, ésta es la gran apuesta. Un negocio que genera 700 mil millones de dólares (mdd) en ventas anuales, es demasiado apetitoso en el mundo de las startups que generalmente buscan mercados valorados en mil mdd. Por eso son muchas las empresas desarrolladoras de software que están buscando crear la solución inteligente que resuelva los traslados de vacío, conjuntando la oferta con la demanda casi en tiempo real.
Ejemplos como Trucker Path y Convoy ya están ahí. Empresas como Mercedes Benz y BMW, tampoco quieren quedarse fuera de la nueva tendencia de las generaciones actuales por compartir auto, lo que se ha incrementado a medida que las grandes ciudades aplican políticas para desestimular el uso del automóvil.
El mundo está cambiando y también lo hará el transporte. Con las empresas locales o con la inercia, capital y tecnología de las empresas extranjeras. Lo cierto es que en poco tiempo el negocio ya no será igual.
P.D.
ETYL tiene plan “C, D y F”
Hablando de las nuevas tendencias logísticas globales, los próximos días 20 y 21 de Septiembre se llevará a cabo la 15a edición del Encuentro de Transporte y Logística que organiza Grupo T21. Con el tema “Neologística para los mercados lejanos…muy muy lejanos”, un grupo de expertos darán a conocer casos reales de logística exitosa que son excelentes planes “C, D y F” que ya se tienen en México para diversificar los mercados, ante la incertidumbre que se tiene sobre el futuro del TLCAN. Vale la pena no perdersélo.
Comentan y sígueme en Twitter: @CruzOsiel
Empieza la rutina de ese día martes. Mattew a su trabajo y Robert a conectar su smartphone con la App de Uber. Menos de dos minutos y llega la primera orden de servicio. El pasajero se ubica a unos 800 metros de distancia, en el Grand Hyatt Seattle, de Pine Street, y ha solicitado un servicio al aeropuerto Seattle/Tacoma. Nada mal unos 80 dólares de tarifa promedio para iniciar el día.
Mattew en la oficina intercala la revisión de oficios y encomiendas de sus jefes con los casos que administra, y de vez en vez, checa la trayectoria de Robert en su smartphone para verificar cómo está marchando el día.
A las 16:00 horas Mattew ya tiene sus pies en la banqueta. Camina un par de calles al Starbucks de Olive Way Av. donde igual que ayer, y mañana, se encontrará otra vez con Robert para recibir el Corolla.
En este caluroso verano, Mattew ha repetido la dosis de un frapuchino para sobrellevar el calor que hace en el exterior.
Robert ya se ha reportado. Llegará en 12 minutos más porque hoy lo han demorado un poco más en el Fullfilment Center de Amazon. La buena es que hoy ha conseguido tres paquetes que entregar por su barrio antes de las 19:00 y las dos entregas que Mattew busca hacer a diario antes de ir a casa a descansar, esta vez le han tocado en su mismo código postal.
El reporte del día para Mattew es una facturación de 237 dólares con Uber gracias a la buena labor de Robert, descontados los gastos y comisiones le quedarán unos 50 dólares; 15 dólares de Amazon por las entregas y 180 dólares de su jornada laboral.
Mattew y Robert son dos personajes ficticios, pero nada alejados de la realidad que se da ya en una ciudad como Seattle y que tarde o temprano, quizás más temprano que tarde, habrá de alcanzarnos en México.
Para esta realidad, las empresas nacionales en el sector transporte y de mensajería deberán de adaptarse rápido a los cambios que vienen, buscando implementar esquemas de la economía colaborativa, que puedan ayudarles a optimizar sus costos operativos en beneficio de sus clientes emisores y receptores. Esos son los modelos disruptivos que están marcando tendencia en el mundo. La innovación destructiva que está revolucionando la economía y cambiando la forma tradicional de hacer negocios.
En los Estados Unidos, ésta es la gran apuesta. Un negocio que genera 700 mil millones de dólares (mdd) en ventas anuales, es demasiado apetitoso en el mundo de las startups que generalmente buscan mercados valorados en mil mdd. Por eso son muchas las empresas desarrolladoras de software que están buscando crear la solución inteligente que resuelva los traslados de vacío, conjuntando la oferta con la demanda casi en tiempo real.
Ejemplos como Trucker Path y Convoy ya están ahí. Empresas como Mercedes Benz y BMW, tampoco quieren quedarse fuera de la nueva tendencia de las generaciones actuales por compartir auto, lo que se ha incrementado a medida que las grandes ciudades aplican políticas para desestimular el uso del automóvil.
El mundo está cambiando y también lo hará el transporte. Con las empresas locales o con la inercia, capital y tecnología de las empresas extranjeras. Lo cierto es que en poco tiempo el negocio ya no será igual.
P.D.
ETYL tiene plan “C, D y F”
Hablando de las nuevas tendencias logísticas globales, los próximos días 20 y 21 de Septiembre se llevará a cabo la 15a edición del Encuentro de Transporte y Logística que organiza Grupo T21. Con el tema “Neologística para los mercados lejanos…muy muy lejanos”, un grupo de expertos darán a conocer casos reales de logística exitosa que son excelentes planes “C, D y F” que ya se tienen en México para diversificar los mercados, ante la incertidumbre que se tiene sobre el futuro del TLCAN. Vale la pena no perdersélo.
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