El tema es que le tenemos miedo a arriesgarnos a una logística distinta a la que tradicionalmente hemos hecho, para llegar a mercados un poco más lejanos, que nos permitirían no tener todos los huevos en una misma canasta, incluso, hasta cobrar mejor nuestro producto.
Una de las razones de ello es que, está demostrado, existe un gran desconocimiento acerca de que tenemos los corredores logísticos globales desde nuestros puertos y en algunos aeropuertos también, para llegar a mercados muy lejanos, y aún así, hacerlo a costos logísticos bastante competitivos.
Desde 1993 cuando comenzó el proceso de privatización de los puertos primero y después de los ferrocarriles junto con la modernización de nuestra red carretera, México modernizó sus corredores de comercio, que precisamente en los puertos y aeropuertos, conectan con los corredores globales que han construido las líneas navieras y aéreas.
Desde nuestros puertos existen conexiones marítimas eficientes para llegar a mercados de Asia, Sudamérica, Europa y Medio Oriente. En muchos casos, como es el de nuestro comercio con China, las tarifas de exportación están subsidiadas por la importación dado el desbalance que existe en nuestro intercambio comercial con ese país. El transporte de un contenedor de aquí a China es más barato que de aquí a Chicago. Esto es porque las exportaciones chinas son tan grandes que las navieras necesitan reposicionar rápido sus contenedores en aquel país, y los transportan vacíos en la mayoría de los casos ante la falta de oferta exportadora nacional.
Un ejemplo digno de destacar es el de la empresa mexicana Going, operadora de la terminal de carga aérea del aeropuerto de Guadalajara. Esta firma ha hecho un trabajo ejemplar que ha detonado nuevas rutas aéreas a Hong Kong, China, Luxemburgo y Qatar, para llevar productos agrícolas como berries, frambuesas y limones de Jalisco, Michoacan y Nayarit, a esos mercados.
Es sorprendente cómo otros países como Chile y Perú, ya están aprovechando éstas cadenas logísticas para vender a China y Hong Kong uvas y berries para acortar los tiempos de tránsito y tener más tiempo en anaquel, viajan por barco a Manzanillo, y luego vía carretera conectan en el aeropuerto de Guadalajara con el servicio aéreo.
Si productores sudamericanos ya se están beneficiando de los corredores globales de comercio que se han construido desde nuestro país, resulta paradójico que éstos no se aprovechen por parte de los exportadores nacionales para diversificar sus mercados y minimizar su riesgo en caso de una recesión en Estados Unidos, o de que un presidente diga que ya no le convence el acuerdo comercial que tienen firmado con nosotros y que lo desea cancelar como ha sido la amenaza de Donald Trump.
Literalmente, sólo hay que voltear a ver en otras direcciones y preguntar a un experto logístico las otras alternativas que existen para alcanzar otros mercados que nos ayuden a minimizar el riesgo, ante eventualidades como las que tenemos. De éstos temas y las historias de éxito que algunos exportadores ya están escribiendo, trataremos en el próximo Encuentro de Transporte y Logística.
P.D.
TLCAN pro transporte
Esta semana inician las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Representantes del sector transporte esta vez estarán en el cuarto de junto para defender sus intereses y evitar que vuelvan a ser una moneda de cambio como ocurrió en la primera edición del Tratado. Otro de los puntos a tratar, es que lo acordado se respete y se observe por los tres países, para evitar el incumplimiento que existió por parte de Washington a los acuerdos alcanzados en la primera versión del TLCAN.
Comenta y sígueme en Twitter: @CruzOsiel