Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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Uno de los pasos adelante podría darse cuando la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA por sus siglas en inglés), informe en octubre al Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado del programa piloto de transporte, en seguimiento a las 13 empresas mexicanas que utilizan este instrumento para hacer transporte internacional con los Estados Unidos, indica un reporte de la propia agencia.
El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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El informe no podría ser mejor para México de acuerdo con la estadística actual. Las incidencias que han merecido sacar de servicio algún camión o conductor, están por debajo del promedio de las propias estadounidenses, según ha señalado la FMCSA en sus inspecciones.
Pero para los sindicatos de transportistas esta no es una razón suficiente para cesar en sus esfuerzos por sabotear la entrada del autotransporte mexicano en territorio de los Estados Unidos, así que se espera que este tema sea una verdadera “papa caliente” para el Congreso, por los múltiples intereses que pretenden bloquear que el tema del transporte internacional pase a otro nivel en apoyo al intercambio comercial.
Hoy el principal modo de transporte a través del cual se intercambian bienes entre México y Estados Unidos, sigue siendo el autotransporte y los puentes en la frontera común lucen saturados. Hace falta mejorar la infraestructura para hacer más ágil el flujo comercial y más competitiva a la región del TLCAN, y en ello abonaría que el programa piloto de transporte trascendiera más allá de ser sólo piloto.
El Congreso demostrará con su posición sobre este particular hasta dónde más se quiere llevar el TLCAN. Avanzar en esa línea, desde mi punto de vista, ayudaría, aunque para tranquilidad de los sindicatos de transportistas estadounidenses, tampoco representará que masivamente las empresas mexicanas se vuelquen para entrar en ese mercado.
La razón es la complejidad que tiene incursionar en el territorio vecino. Las empresas no pueden hacer cabotaje en ese país, y conseguir carga de regreso en mercados más adentro de los Estados Unidos, resulta complicado para las autotransportistas mexicanas que son empresas pequeñas y medianas cuando se les compara con las de la Unión Americana.
Así, la decisión que tome el Congreso de Estados Unidos, será más una decisión simbólica que hablará sobre la disposición de Washington de atreverse a llevar el TLCAN a otro nivel en temas con un alto nivel de politización.
P.D.
No escribo sobre especulaciones propias o ajenas, pero esta vez no lo puedo evitar, más aún cuando el escenario empieza a tomar forma. Ya en este espacio sugerí el pasado 8 de mayo la posibilidad de que el puerto de Tampico sea el próximo dirigido por un elemento de la Secretaría de Marina, después de Lázaro Cárdenas y Manzanillo. Dije que no existían casualidades en estas cosas y que por algo se había seleccionado a ese puerto para celebrar el Día de la Marina en momentos en que las condiciones de inseguridad han vuelto a escalar en Tamaulipas. Ayer renunció el director general de ese puerto, Jorge Rojo de la Vega, por lo que el puesto está vacante a cuatro días de que se lleve a cabo la celebración de la Marina. Un dato más que abona a mi especulación: La semana pasada la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) les pidió a los directores de los demás puertos, contra la costumbre, no viajar a la celebración del Día de la Marina por lo que hubo que cancelar vuelos y reservaciones. Ya veremos si mi especulación se convierte en realidad.
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