De acuerdo con informes de la Asociación Americana de Ferrocarriles (AAR por sus siglas en inglés), al cierre del sábado 22 de junio, las empresas ferroviarias mexicanas ( Kansas City Southern México, Ferromex y Ferrosur) movilizaron un total de 232 mil 447 contenedores, lo que representó una pequeña disminución.
Hay que considerar que el transporte intermodal, hasta el año pasado, registraba un crecimiento positivo a una tasa de dos dígitos en forma anual. El año anterior, cerró con un crecimiento del 20% y las compañías ferroviarias y terminales intermodales habían hecho inversiones desde 2011 para prepararse ante el crecimiento que vendría.
Hoy el intermodal ha bajado la velocidad de crecimiento y sólo el que la economía mexicana se reactive junto con la estadounidense podrá hacer que el servicio registre un segundo semestre más interesante.
Pero más allá de la dinámica económica, que es el principal factor que impacta sobre la dinámica de este, que es uno de los medios más efectivos para transportar mercancías en México y Norteamérica, aún falta mucho por hacer en materia de cultura para influir en la expansión de este servicio, transfiriendo más cargas del autotransporte al ferrocarril en los tráficos norte-sur y sur-norte.
Un problema que enfrentan hoy día las empresas intermodales es la falta de equilibrio entre lo que se exporta e importa con el vecino país del norte, dado que se tiene un déficit de cajas para embarcarlas con rumbo al norte.
Esto se da debido a que las exportaciones mexicanas por el momento tienen un saldo positivo frente a las importaciones desde los Estados Unidos, lo cual no permite que se pueda satisfacer toda la demanda de cajas de exportación que se demandan, pero algunas empresas ya no pueden vender más el servicio intermodal, debido a que no están en capacidad de traer equipos de vacío desde la Unión Americana para satisfacer los requerimientos.
De ahí que se necesite, como un detonador del intermodal, primero incrementar las importaciones de Estados Unidos vía este servicio por parte de industrias como la automotriz o la electrónica, que son las grandes usuarias del sistema. Mientras eso no ocurra y la economía no despunte, el intermodal seguirá deprimido en su ritmo de crecimiento.
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