Alguna vez por el año 2004 tuve la oportunidad de preguntar personalmente nada menos que a Neil Armstrong si el hombre o dicho de otra manera: concretamente él, pisó o no la superficie de la Luna ese 20 de julio de 1969. No lo hice toda vez que sería como preguntarle a Jesús, si ello fuese posible claro está, si realmente murió en la cruz. Además, me quedaba claro que a Armstrong le molestaban de sobremanera ciertos temas comenzando por ese debate, de ahí que me limité a hablar con él de nuestro mutuo amigo e interés de apellido Lindbergh.
Me invita a escribir esta columna la publicación en tiempos de recuerdo de la misión del Apollo XI de una fotografía muy orondo y “de fiesta” de Edwin “Buzz” Aldrin. Como sabemos, en caso de que la visita del hombre al único satélite natural de la Tierra fuese cierta, tal y como pienso ocurrió, Aldrin debe ser acreditado como el segundo astronauta en pisar esa extraterrestre y aparentemente estéril superficie que tanto nos inspira a los románticos cuando se muestra en nocturna y brillante plenitud.
Lo cierto es que a diferencia de sus ya desaparecidos y muy reservados compañeros del Apollo XI (Michael Collins además de Armstrong) a “Buzz” Aldrin, quien por cierto es de conocimiento público ha tenido que luchar contra la depresión y ciertas adiciones, le encanta la fama, tanto que de seguro que está fascinado con el hecho de haber inspirado el popular personaje de “Buzz Lightyear” de la película norteamericana “Toy Story” de 1995. Quizás esa necesidad de mantenerse bajo el reflector y por ahí cierta inmadurez es lo que ha invitado al nacido en 1930 en Nueva Jersey, Estados Unidos, a juguetear con el tema de la veracidad o falsedad de lo que se afirma ocurrió hace ya 54 años en la Luna, evento en mi opinión de los más importantes de la historia de la humanidad, mismo que me siento privilegiado de haber experimentado y seguido desde la superficie de la Tierra por medio del televisor de casa. Es más, me parece muy irresponsable lo que hace al generar dudas al respecto; si el alunizaje no ocurrió, que lo diga en todas sus palabras ¡y ya! contribuyendo así, tal y como siento debe hacer, al fin de las especulaciones.
En este contexto, aprovecho el espacio para comentar que también me parece irresponsable el manejo tendencioso que algunos líderes de opinión o gremio dan a ciertos temas empleando sus plataformas de divulgación de opiniones e información, caso de las redes sociales. Concretamente me refiero a la manera como algunos colegas comunicadores, columnistas, analistas y expertos aeronáuticos, por ahí atendiendo intereses personales, están manejando el tema de la compra de la marca Mexicana de Aviación por parte del Gobierno federal con el fin de incorporarla a su nueva aerolínea. No se vale, considero yo, pretender inferir que la compra de la marca signifique el regreso de la entrañable aerolínea que fue la Compañía Mexicana de Aviación, en la que por cierto tuve el privilegio de trabajar por tres años entre 1986 y 1989. Si en serio aman a Mexicana, a la aviación y se consideran unos profesionales de la industria deben de dejar de especular y de generar desconcierto y expectativas falsas en la opinión pública a la que no le hacen un favor como no se la hace “Buzz” Aldrin con sus temerarias declaraciones.
Lo voy a poner en pocas palabras: por lo menos para este analista, el hombre llegó a la Luna y la Compañía Mexicana de Aviación es historia. Lo primero me encanta y lo segundo, la verdad me duele.
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