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Hace un año aquí mismo en Cancún el entonces Jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez, anunciaba a los agremiados en la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (Caaarem) –al menos unos 800-, la creación de la patente corporativa como respuesta a la eliminación del agente sustituto.
Esta eliminación, prevista en la reforma a la Ley Aduanera de 2013, tuvo como objetivo no permitir más a los agentes aduanales “heredar” su patente aduanal; sin embargo, se les otorgó un periodo extraordinario para que realizaran esta selección de sustituto, mismo periodo que finaliza en noviembre próximo.
Sin embargo, al terminar con esta vieja práctica los agentes aduanales vieron amenazadas sus inversiones, ya que al presentar una incapacidad o incluso la muerte, sus empresas ya no podrían operar al perderse la patente.
Reconociendo que el agente aduanal más allá de sus conocimientos personales requiere para su eficiente funcionamiento de una inversión muy importante en infraestructura, en logística, en mobiliario, y que para que eso tenga trascendencia vale la pena dotar de una figura más robusta con un buen gobierno corporativo y que tengamos las dos alternativas”, dijo José Antonio Meade, titular de la SHCP.
El funcionario, entrevistado en el marco del 78 Congreso de Agentes Aduanales, precisó que sería en el próximo periodo ordinario de sesiones, que inicia en septiembre, cuando presentarían los cambios al Congreso.
Lo que buscamos con esto es una figura más moderna, más adecuada a los tiempos, pero que a la vez nos permita a los agentes aduanales que tenemos que estar invirtiendo constantemente en infraestructura, en tecnología, en personal, garantizar esas inversiones”, dijo Antonio Vidales, Presidente de Caaarem.
El líder de los aduaneros precisó que entre los cambios se considera el que un agente pueda destinar su patente a una agencia aduanal, para que sea ésta a la que se le permita realizar los despachos y, en caso de invalidez o muerte del empresario, esta misma patente no se pierda por el propio concepto de ser corporativa.
El reto será que la iniciativa de Ley, una vez presentada en el Congreso, sea aprobada por las dos cámaras (diputados y senadores) antes del 30 de noviembre.
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