La iniciativa de Grupo México Transportes que recientemente fue reconocida con el Contenedor de Plata que otorga la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI), podría ser vista como un despropósito en un modelo logístico perfecto, pero tratándose de México resulta ser una solución a modo de nuestra realidad logística kafkiana.
Se trata de la Terminal Intermodal Tepalcates distante unos 25 kilómetros afuera del puerto de Manzanillo. La conceptualización de la misma tiene su origen en las ineficiencias del puerto colimense, donde no se cumple el propósito de ser exclusivamente una bisagra de conexión entre el transporte marítimo y el terrestre para la carga, sino que los contenedores promedian ocho a nueve días para ser desalojados por razones atribuibles a múltiples actores. El caso es que solo pasar por el puerto le consume al importador el tiempo que tiene de gracia para hacer uso del contenedor marítimo sin cargos por demoras.
Frente a esta realidad que por años no se ha podido cambiar, es que la propuesta de Grupo México Transportes más que un eslabón adicional que genera un costo en donde no debería de haberlo, resulta una solución sine qua non para minimizar costos. La fórmula con la que funciona es acortar la distancia que el contenedor marítimo recorre y regresar a puerto el contenedor vacío a la brevedad posible, al pasar la carga a contenedores de 53 pies de la ferroviaria en el traspatio del puerto.
A contrario sensu de lo que opinarían los expertos logísticos, el modelo de servicio ya ha ayudado a muchos importadores a reducir el costo de su cadena de suministro vía el puerto de Manzanillo. Solo un grupo aduanal revelaba recientemente que en 2022 se pagaron 100 millones de pesos por concepto de demoras en puerto a cuenta de sus clientes. Así, esta solución que inició operaciones más en forma a principios de este año abona a la cadena logística adaptada a una realidad que ya de suyo es imperfecta.
Evergreen da un giro a su timón
Después de una larga relación con su agente naviero en México, la línea marítima taiwanesa decidió cambiar de destino y dio un giro de timón para continuar su camino como han hecho otras compañías navieras, por cuenta propia.
La evolución del mercado mexicano ha sido tan relevante en lo que va de este siglo que las grandes firmas navieras han dado el paso, desde algunos años atrás, de tomar directamente la suerte de su destino con oficinas propias, y en ese sentido, Evergreen no se ha querido quedar atrás y dio por terminada recientemente su relación de más de 20 años con su agente Naviomar.
Hoy cada quien (Evergreen y Naviomar) es responsable de su propio destino. Lo importante es que el mercado mexicano del transporte marítimo sigue creciendo gracias a la bonanza y auge de nuestro comercio exterior que da para la participación de todos los actores.
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