Entre enero y junio de 2018 se reportaron 748 tomas clandestinas en ductos de la región, muy por encima de las 250 tomas irregulares detectadas en el primer semestre de 2017. El comparativo entre ambos periodos apunta a que en un año se han localizado 508 nuevas tomas para robo de combustible en Jalisco, un aumento en términos porcentuales de poco más de 200 por ciento.
A nivel nacional, el huachicoleo tampoco dio tregua, refieren las cifras de Pemex, y en los primeros seis meses de 2018 Pemex detectó siete mil 590 tomas clandestinas de combustible, casi 50% más que las registradas en la primera mitad de 2017.
Hace un año la empresa informó sobre la detección de cinco mil 75 tomas ilegales para sustraer combustible, lo que quiere decir que en un año se han añadido dos mil 515 tomas clandestinas a la red de ductos del país.
Tan sólo en junio de este año Pemex reportó mil 60 tomas ilegales, 33% más que las observadas en el mismo mes de 2017. Sin embargo, en comparación con mayo el número de tomas clandestinas se redujo en 294. Esta baja no fue suficiente para frenar el robo de combustible que ha escalado de forma exponencial.
Puebla fue el estado más asediado por la delincuencia en este mes, ya que en el transcurso de junio se posicionó como la entidad con más tomas irregulares detectadas, 150 para ser precisos. Jalisco, Estado de México e Hidalgo continúan la lista, con 146, 141 y 140 tomas ilícitas, respectivamente, de acuerdo con Pemex.
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