La situación del agua en el Canal de Panamá es crítica y está afectando de manera significativa su operación. Aunque no existe una crisis de desabastecimiento, las restricciones hídricas están generando problemas para el comercio mundial y la economía de Panamá. La sequía crónica, causada por el fenómeno de El Niño ha ocasionado que el canal reduzca el número de tránsitos diarios para ahorrar agua. Anteriormente cruzaban aproximadamente 40 barcos por día, pero ahora pasan entre 30 a 32 embarcaciones como máximo.
El lago Gatún es el principal alimentador del canal y ha experimentado una disminución significativa en su nivel de agua. De finales de 2022 a la fecha ha tenido una reducción de casi ocho pies (2.43 metros) en su nivel habitual.
La autoridad del canal estima pérdidas de ingresos en el 2024 entre 500 y 700 millones de dólares.
El problema del agua en el Canal de Panamá tiene implicaciones significativas para la economía mundial. En primer lugar, el canal es una ruta vital para el comercio internacional, especialmente para el transporte de mercancías entre Asia y la costa este de los Estados Unidos y Europa.
Cualquier interrupción en el funcionamiento del canal, ya sea debido a restricciones en el calado o a la necesidad de realizar trabajos de mantenimiento para gestionar los niveles de agua, puede tener efectos adversos en el comercio mundial. Por ejemplo, puede provocar retrasos en la entrega de mercancías, aumentar los costos de transporte y afectar la cadena de suministro global.
Además, el Canal de Panamá es una fuente importante de ingresos para Panamá y una parte crucial de su economía. Los peajes que pagan los buques por usar el canal representan una parte significativa de los ingresos del gobierno panameño, que se utiliza para financiar programas de infraestructura y desarrollo en el país.
Cualquier disminución en los ingresos del canal debido a problemas relacionados con el agua podría tener efectos negativos en la economía panameña en general, lo que a su vez podría afectar la estabilidad económica y política de la región. Asimismo, el Canal de Panamá es un importante motor de crecimiento económico en América Latina y el Caribe.
La capacidad del canal para facilitar el comercio y el transporte marítimo contribuye al desarrollo económico de los países de la región al proporcionarles acceso a mercados internacionales y oportunidades de inversión. Cualquier problema que afecte la operación del canal, como la escasez de agua, podría obstaculizar el crecimiento económico en la región y dificultar los esfuerzos para reducir la pobreza y promover el desarrollo sostenible.
Para abordar el problema del agua en el Canal de Panamá y mitigar sus efectos en la economía mundial, es necesario adoptar medidas tanto a corto como a largo plazo. En el corto plazo, es importante implementar medidas de conservación del agua y mejorar la gestión de los recursos hídricos en la cuenca del canal para garantizar un suministro adecuado de agua para su operación. Esto podría incluir la construcción de infraestructura para capturar y almacenar agua de lluvia, la mejora de los sistemas de riego y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles para reducir la contaminación del agua.
A largo plazo, es fundamental abordar las causas subyacentes del problema del agua en el Canal de Panamá, como el cambio climático y la deforestación. Esto podría implicar la adopción de políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los bosques y las cuencas hidrográficas que alimentan el canal. Además, es importante invertir en tecnologías y prácticas innovadoras para hacer frente a los desafíos del cambio climático y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del canal y su contribución a la economía mundial. Todos estos temas incluidos en el proyecto 2030 de Naciones Unidas.
Algunas posibles soluciones y estrategias para contrarrestar este tema de desabasto de agua pudieran ser:
- Gestión eficiente del agua: Es fundamental optimizar el uso del agua en todas las áreas, tanto para consumo humano como para actividades comerciales. Esto incluye promover prácticas de ahorro y concienciación sobre la importancia del recurso hídrico.
- Almacenamiento y embalses: Evaluar la posibilidad de agregar sistemas de almacenaje de agua y embalses adicionales dentro del área operativa del canal. Estos podrían ayudar a mantener un suministro constante durante las temporadas sequías.
- Desalinización: Considerar la desalinización del agua de mar como una alternativa. Aunque es costosa, podría ser una solución a largo plazo para garantizar el abastecimiento.
- Concientización: Informar a la ciudadanía sobre las medidas implementadas para resolver el problema. La toma de decisiones informada es esencial para lograr un manejo sostenible de este importante recurso.
En los últimos años el río Indio se ha convertido en una potencial opción para ayudar con el suministro de agua de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá. Desde 2017 el gobierno panameño trabaja en esta opción.
Concluyendo, el problema del agua en el Canal de Panamá tiene importantes implicaciones para la economía mundial. Al afectar la operación y la rentabilidad del canal, puede provocar interrupciones en el comercio internacional, afectar la economía de Panamá y obstaculizar el desarrollo económico en América Latina y el Caribe. Para abordar este problema de manera efectiva es necesario adoptar medidas tanto a corto como a largo plazo para garantizar la sostenibilidad y la viabilidad del canal en el futuro.
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Luis Germán Ochoa es doctor en Dirección de proyectos por la Atlantic International University de Hawai USA. Es consultor experto en seguridad, logística, multimodalidad, puertos, oil & gas.
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