“Cuando empecé llegaba con tacones y vestidos a la línea (donde trabajaba antes), pensaban que era la secretaria, la que agarraba un tracto para irse a su casa, pero no, yo lo agarraba para hacer mis viajes”, dijo la operadora de una de las unidades de Servicio de Transportación Loyalty, a T21.
Para Lilian, la base de todo camino es la seguridad, tanto de su unidad como en la vía, y aunque su experiencia le ha permitido conocer muy bien las carreteras, sus desviaciones y sus baches, sabe que siempre se debe estar alerta, tener el mejor conocimiento posible de la ruta de embarcación porque “siempre el kilómetro más peligroso es el que sigue”, aseguró.
Antes de subir a su unidad sigue un ritual, uno que le da mayor número de posibilidades de regresar bien a casa, el de la seguridad en la conducción.
“Hay que revisar las torres de la quinta, estar bien enganchado, que el seguro de la dona y el perno esté bien puesto, que las mangueras no estén flojas, las gomas en buenas condiciones para la circulación del aire, revisar los niveles, revisar las medidas de aire de las llantas, las válvulas, bolsas de aire, que no se vaya chueco, la carga, todo este tipo de cosas”, explicó.
La unidad que opera Lilian Ochoa en Loyalty, está equipada con diversos instrumentos de seguridad, como la incorporación del freno auxiliar, el caso del retardador electromagnético que le permite tener un mayor control de la unidad en el caso de descensos prolongados o actividad de freno constante. En este caso, incorpora un modelo de Cofremex.
Cuidar la seguridad de la carga como la del operador es lo más importante, una regla puntual entre los operadores, por ello, recomendó no hacer paradas en puntos peligrosos y evitar detenerse de manera continua, ya que ha sido víctima de robos incluso por parte de la policía.
“El factor seguridad es una de las cosas más deprimentes, hay demasiados asaltantes para nosotros los que somos transportistas”, aseguró.
La inseguridad no es un el único reto que Lilian enfrenta. Como operadora también tiene que equilibrar su trabajo con las responsabilidades de ser madre e incluso esposa.
Explicó que como conductora el tiempo que maneja es muy complicado, por lo que siempre intenta reforzar la comunicación con su familia, mientras que la clave del éxito de un matrimonio considera que está en la empatía, “en tener una pareja que te entienda, que esté en el mismo medio, porque es muy difícil tratar de estar en un lugar como éste, el transporte, y tener a alguien que no te entiende es muy desgastante”, contó.
Los retos de ser operadora de camiones pesados nunca fueron un motivo para que Miryam dejara el autotransporte o retomara su carrera como médico forense, al contrario,“ soy una mujer de retos, siempre me gustó hacer algo que no todo mundo hace, y esa es la razón por la que escogí material peligroso y explosivo y en full”, dijo.
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