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A decir de compañeros y amigos, “œDon Cuco”, como era conocido en el sector, dejó como legado no sólo una de las empresas transportistas pioneras más importantes del autotransporte del país, sino también un legado familiar, basado en su ejemplo de honestidad y trabajo.
Muñoz Herrera, tuvo sus inicios en el sector transporte a los 18 años, edad en la que empezó como operador de camiones particulares. Un año más tarde se convirtió en uno de los mejores operadores de la empresa transportista Julián de Obregón, en dónde los entonces dueños de aquella compañía vieron en él un joven con potencial.
En 1964 don “œCuco” dejó su puesto como operador para empezar a ocupar cargos gerenciales en Julián de Obregón. Su habilidad y tenacidad, lo llevaron a convertirse en presidente de esa empresa en 1972, cargo que ocuparía hasta 1974, año en el que fundó Transportes Castores de Baja California, que empezó a operar con 24 unidades.
Actualmente Castores cuenta con más de mil 900 camiones y remolques y más de 40 sucursales a través de las cuales prestan sus servicios a toda la República Mexicana y en la costa Oeste de Estados Unidos a empresas como Colgate, Walmart, entre otras.
Su legado
Quienes conocieron y trabajaron con Muñoz Herrera, lo reconocen como un líder en la industria transportista nacional, como un visionario que siempre pugnó porque se reconociera la importancia de los transportistas mexicanos. Un hombre que sirvió de ejemplo para muchos.
Siempre fue muy serio en sus tratos y eso le abrió las puertas. Su honestidad, fue una de sus más grandes cualidades que lo caracterizó. Era un hombre de palabra, recio y exigente, dice Enrique González Muñoz, director de la compañía Transportista Express MG y delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en León, Guanajuato.
Recuerda que en la crisis de 1995, su tío se ganó el respeto de proveedores e instituciones financieras al liquidarles lo que le habían prestado, pese a que Castores no se encontraba bien financieramente y tuvo que sufrir una reestructura para salir avante.
Para Jesús Támez, delegado de la Canacar en Nuevo León, Monterrey el liderazgo de Muñoz Herrera, se debió a la defensa a “œcapa y espada” del gremio transportista nacional, “œsiempre fue un transportista muy activo en la Canacar”.
“œUno de los legados que nos deja éste grande del transporte es una de las empresas transportistas mexicanas más emblemáticas e importantes que haya tenido este sector”, señala.
Es una insignia en el transporte Mexicano. Su trabajo siempre fue bien reconocido. México pierde un líder, pierde a una pieza fundamental del sector transportista que fue ejemplo de muchos, sin embargo sus enseñanzas nos motivan a seguir adelante, indica Jorge Cárdenas Romo, director general de Transportes Mor.
A decir de Luís Moreno Sesma, delegado de Canacar en Nuevo Laredo, otro de los legados que deja el padre de Juan Carlos Muñoz Márquez, actual presidente de la Canacar, son sus hijos, quienes desde muy pequeños enseñó y capacitó para que en su ausencia continuaran lo que él había forjado años atrás, “œsus hijos al igual que él son reconocidos en el sector como de los mejores transportistas”.
El pasado 13 de abril, el empresario del transporte Refugio Muñoz Herrera, falleció de un paro respiratorio e infarto cerebral a la edad de 73 años, en León, Guanajuato.