“Este fenómeno obstaculiza el desarrollo y la competitividad en el autotransporte”, expone el documento "Combate efectivo al robo en autotransporte de carga", realizado por el organismo y que fue entregado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) como parte de los temas a discutirse en la mesa de diálogo este lunes.
La Canacar precisa que esta afectación causa en especial daños patrimoniales, incremento en el costo de seguros, pérdida humanas y de clientes, migración de operadores e inseguridad latente en el envío de mercancías.
Cabe destacar que Jorge Cárdenas, presidente del organismo, puntualizó la semana pasada al concluir una reunión entre miembros de Canacar y legisladores en la Cámara de Diputados, que éste fenómeno “ya no sólo se trata de pérdidas materiales, sino también de pérdidas humanas, pues en algunos casos los transportistas están siendo secuestrados e incluso asesinados”.
El fenómeno de robo al transporte se incrementa en las áreas urbanas y suburbanas de los estados de Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Puebla, Tlaxcala y en la zona conurbada del Valle de México.
Las autopistas con más índices delictivos se encuentran en el Veracruz con 82 asaltos; Puebla con 43; estado de México y Guanajuato con 27, en cada caso; Querétaro con 26; Nuevo León con 25; Tlaxcala con 21; Jalisco con 18 y Guerrero con 17.
Los trayectos más peligrosos, por mencionar algunos, son en la carretera México-Tizayuca, en el tramo de Indios Verdes-Ecatepec; México-Querétaro, en el trayecto Tlalneplantla-La Quebrada y Tepeji del Río-Jilotepec; México-Veracruz, en Fortín-Trebol de Potrero, así como la México-Zacatepec, en Apizaco.
El documento refiere que en el periodo 1990-2000 se presentó con mayor intensidad el robo al transporte, acentuándose en el año de 1996.
Ante esta situación se solicitó al Presidente de la República acciones específicas para detener este delito, estableciéndose el Programa Nacional de Seguridad en Carreteras, mismo que en la actualidad no se desarrolla en forma coordinada.
Este programa lo coordinaba la Secretaría de Gobernación y participaban distintas dependencias federales, estatales y en ocasiones municipales. Como resultado de lo anterior, durante los años de 1997 a 1999 disminuyó la incidencia delictiva.
Por ello, la Canacar solicitó retomar dicho programa, mediante el cual la SCT coordine a distintas dependencias de los tres niveles de gobierno para prevenir y atacar el delito de robo a transporte por zona o región, y se establezcan comités estatales de seguridad en el transporte.