Alcántara Rojas, comentó a T21 que debido a que algunas empresas verán reducidos su flujo de efectivo, buscarán la forma de disminuir sus gastos, y áreas como mantenimiento y capacitación podrían ser algunas de las principales que sufran reducciones, ocasionando con ello que puedan llegar a circular unidades en malas condiciones y conductores sin los conocimientos debidos.
Incluso, agregó que la serie de incidentes que se han suscitado en las últimas semanas en el Valle de México, podría ser un elemento a repetirse de forma cotidiana, a causa de que el sector cuente con menos recursos para aplicar en capacitación y mantenimiento.
Desde su perspectiva, las empresas medianas y pequeñas son aquellas que podrían verse más afectadas en la problemática descrita, ya que son quienes carecen, en su mayoría, de una organización empresarial, y por ende, de la capacidad para enfrentar retos como el pago del nuevo impuesto.
Jorge Martínez, director general de Canacar, anticipó que al menos 30% de las empresas del gremio estarían en riesgo de irse a la quiebra, y en su mayoría serían entidades pequeñas y medianas.
Cálculos iniciales de los transportistas arrojan que debido a que existen diversos gastos que no reconoce el IETU, las empresas del sector podrían ver incrementado hasta 40% sus contribuciones, situación que no todos podrán afrontar.
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