El nearshoring (relocalización de líneas de producción) es una tendencia industrial que los especialistas han previsto que continuará por algunos años más, en el que las compañías seguirán reconfigurando sus cadenas de suministro para prevenir disrupciones en sus operaciones.
México se ha convertido en un actor importante en esta reconfiguración, en el que principalmente compañías asiáticas buscan acercarse al mercado estadounidense y, de acuerdo con Carlos Tamayo, director general de C.H. Robinson, hay temas que se deben abordar para ofrecer las condiciones necesarias de las compañías, como agilizar procesos, saturación portuaria, escasez de conductores, entre otros.
“Vemos empresas mayoritariamente asiáticas tratando de aprender el mercado mexicano y buscando solventar las disrupciones. Es un reto para ellos porque lo visualizan como lo hacen en origen y como están acostumbrados algunos de ellos en destinos como Estados Unidos donde los procesos fluyen de manera diferente. Las legislaciones, los temas fiscales, para ellos es un shock muy grande”, dijo Tamayo, en entrevista con T21.
Explicó que C.H. Robinson, compañía especializada en logística de terceros y cadena de suministro, ha desarrollado grupos multidisciplinarios en México y en Asia para atacar en conjunto las inquietudes y necesidades para guiar a las empresas por el camino correcto en su operación.
Asimismo, puntualizó que la pandemia y las disrupciones que ha habido en los últimos años han dejado aprendizajes en las compañías que buscarán ser más reactivas el próximo año, siendo la tendencia la previsión de emergencias en la cadena y una mejor planeación.
“Se trata de buscar soluciones de raíz, la velocidad de las cadenas de suministro van arrastrando una toma de decisiones muy reactiva. Estructuralmente, quitando temas que dependen de inversiones gubernamentales, el talento, estar constantemente en entrenamiento, el retener todo el bagaje de conocimiento que buscamos atraer y que nos haga un diferenciador en el mercado será algo vital para ser más eficientes”, aseguró Tamayo.
Además, señaló a este medio que la tecnología es un detonador en las operaciones, que debe de ir acompañado por una mente de obra capacitada para aprovecharla de la mejor manera.
Así mismo, destacó que 2024 será un año fuerte, con altas demandas, en el que el transporte marítimo continuará predominando y el aéreo tomará más fuerza.
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