El Gobierno federal admitió el lunes que existen serias deficiencias en el sistema logístico de México para enfrentar el nearshoring (relocalización de líneas de producción), por lo que para subsanarlas se requiere de más de 400 mil millones de dólares en inversión en infraestructura hacia 2032, para captar las oportunidades en esta migración global de empresas.
“Estamos teniendo serias deficiencias en nuestro sistema lógico, de todas las ventajas que aparentemente tiene México con su ubicación geográfica sobre el resto de nuestros competidores sobre todo de Estados Unidos y Canadá, pero a la hora de entrar a los costos logísticos esas ventajas empiezan a desaparecer. Yo lo veo conservador, se estima en más de 400 mil millones de dólares y esto va a aumentar por todos los complementos para generar inversión para los sectores”, dijo Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Durante su participación en Diálogos con Ingenieros del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), destacó que de acuerdo con un estudio que se realiza a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) junto con Mckenzie y Asociados sobre el nearshoring, se requiere inversiones en energía, transporte, parques industriales, urbanismo, servicios y agua.
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En este sentido, comentó que será necesario la participación del sector privado, “se requiere mucho capital para lograr esas infraestructuras y ese es el camino”.
Precisó que tan solo en el transporte ferroviario una tonelada/kilómetro cuesta 30 centavos de dólar en Estados Unidos, mientras en México es de 70 centavos de dólar. “Hay muchos temas también de seguridad, muchos efectos, muchos elementos que contribuyen a que estos costos sean muy importantes y es ahí donde están las grandes oportunidades”, dijo.
Afirmó que actualmente México tiene un serio problema de mano de obra, así como un déficit de cerca de 50 mil conductores de camiones, además de que cerca del 90% de la infraestructura del país debe estar electrónicamente capacitada o iluminada para generar vigilancia y seguridad.
Además, comentó que es indispensable la incorporación de nuevas líneas ferroviarias para aumentar la capacidad de carga del interior del país, resolver la saturación de los pasos fronterizos, también iniciar con diversos proyectos en los puertos para mejorar su infraestructura y que se retome la obra de Punta Colonet.
Respecto al transporte carretero, dijo que la inversión no ha abastecido la demanda creando un déficit en la última década de 62 mil millones de dólares. Tan solo el parque vehicular tiene un promedio de 20 años de antigüedad y “con eso no podemos entrarle” cuando el hombre-camión sigue siendo el principal.
“El hombre-camión tiene muchos problemas serios en la salud. Hicimos un llamado a Medicina del Transporte que durante muchos años era más para extorsionar y hacer truculencias que para realmente incidir en la salud de los conductores que es fundamental. Estamos viendo con Canacar y Medicina del Transporte para que inicie la próxima administración de cabinas inteligentes para detectar la somnolencia y el estado de salud del conductor y evitar que choquen y maten, es para todos”, mencionó.
También expuso que se debe contar con una reglamentación para los drones y tener un sistema metropolitano de control aéreo, debido a que en aproximadamente cinco años se contará con transportes autónomos para pasajeros.
“Estamos en una gran posibilidad siempre y cuando se haga una política de Estado y aquí es donde es determinante la participación del Colegio Ingenieros, de las cámaras, de todo el mundo que tenga que ver con la ingeniería con la infraestructura porque sí hay un gran potencial, siempre y cuando hagamos la tarea y hay que empezar a implementar a la brevedad”, aseguró.
Bajo este escenario, consideró que el nearshoring debe estar en la agenda bilateral de manera prioritaria. Además de que la nueva administración federal deberá buscar un acuerdo con Estados Unidos para que en un periodo de 10 años se cuente con condiciones especiales para que las gestiones de infraestructura de pasos fronterizos se realicen en un 20% de los tiempos programados, es decir, entre uno y dos años las gestiones de paso.
“Está en la medida de la ingeniería mexicana el que no se nos vaya la oportunidad del nearshoring, y principalmente la visión de la política de Estado generar que este fenómeno se vaya realmente aprovechando. Sí hay un temor real, porque pues, insisto, no estamos teniendo la agenda compartida con Estados Unidos”, expuso.
Por su parte, Reyes Juárez del Ángel, vicepresidente de Planeación y Prospectiva del CICM, consideró que es preocupante que el tema del nearshoring no está en la agenda binacional “creo que este es un tema de la mayor relevancia y el gran reto es que tenga una visión compartida, común entre ambos países”.
Mientras que en la inversión en infraestructura, destacó que en los últimos años no se ha superado el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en todos los sectores, por lo que los más de 400 mil millones de dólares presentan el 3% del PIB, “es un reto enorme que claramente lo que abre en la necesidad de una participación mixta como lo ha señalado, porque de otra manera va a ser muy difícil que el Estado por sí solo con recursos públicos puede afrontar el tamaño de este reto de inversión, necesariamente esto tiene que pasar por mecanismos nuevos, innovadores de participación público privada, pero la gran noticia yo creo que a través de esto podemos leer es que este sector, el sector del nearshoring, muy atractivo desde el punto de vista del crecimiento que tiene y de la participación tiene magníficas fuentes en donde pueden pagarse esa infraestructura”.
Por lo que el CICM propone que se pueda reactivar una figura como una Agencia Nacional de Infraestructura que ayude a planear, preparar, estructurar, licitar y adjudicar proyectos a nivel nacional. Así como crear políticas públicas que permitan disminuir dificultades en la ejecución de los proyectos.
“Lo más importante del nearshoring es que se quede en México y se requiere de una ‘torre de control’ desde el Gobierno federal para que pueda distribuir de mejor manera las oportunidades y reconociendo potenciales y requerimientos de las diferentes regiones. La frontera norte requiere unas 30 mil hectáreas para parques industriales, esto podría crear un nuevo rostro a la frontera, y hacer realmente ciudades inteligentes hacia una economía del conocimiento”, expuso.
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