Por Isidro Soria Arguello*
Desde inicios de la gestión de la actual administración federal se buscaron estrategias para cambiar la forma de comprar y distribuir medicinas e insumos médicos para las instituciones públicas de salud en México, sin embargo, la estrategia implementada no ha sido exitosa, fracturando el sistema de distribución de medicamentos e insumos médicos y generado desabasto de productos vitales para atender padecimientos críticos de la población mexicana como, por ejemplo, el cáncer.
Por lo anterior, se han buscado diferentes estrategias para reestablecer un suministro efectivo de medicinas a centros de salud, clínicas y hospitales. Recientemente, el Gobierno federal anunció la apertura de una “mega farmacia” que resguardará todos los medicamentos necesarios para atender cualquier padecimiento, con un sistema de comunicación y distribución para abastecer los requerimientos de cualquier institución pública del territorio nacional en menos de 24 horas.
Con la idea de la mega farmacia se busca centralizar la localización de los medicamentos para realizar el abasto usando diferentes medios de transporte, incluido el aéreo, lo que puede producir un modelo de distribución complejo y costoso; sin embargo, la propuesta de la mega farmacia se debe complementar con centros de distribución regionales localizados de manera estratégica para abastecer zonas alejadas del centro del país. El sistema de comunicación que emplearán en la operación de la mega farmacia debe ser complementado con técnicas y modelos que permitan predecir la demanda de los medicamentos críticos con la finalidad de anticipar la distribución de los mismos, para disminuir los costos logísticos e incrementar el porcentaje de abasto.
El reto no es sencillo, ya que se necesita de personal e infraestructura especializada. El sistema de abasto institucional que se está implementando en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dará visibilidad en tiempo real de los inventarios de las farmacias que abastecen los medicamentos y eso puede ser el vínculo que permita mejorar la coordinación entre la compra y el abasto de medicamentos con la intención de planear las operaciones de suministro, homologar los sistemas y mejorar la transparencia en los procesos de asignación y control de medicamentos.
La apuesta de la estrategia de la mega farmacia es que, para marzo de 2024, se tenga el sistema consolidado y se pueda establecer el camino para tener en México una cadena de suministros efectiva para el abasto de medicamentos. Por ahora, la mega farmacia se encuentra vacía, según la comunicación oficial, iniciará operaciones a finales de diciembre; por lo que resulta sumamente complicado que el primer trimestre del año se tenga una disminución importante del desabasto de medicamentos e insumos médicos.
*Isidro Soria Arguello es coordinador de Ingeniería Industrial en la Universidad Iberoamericana.
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