Me refiero a la celebración de una edición más de carrera de la Fórmula 1 y al partido oficial de Futbol Americano entre los equipos Raiders de Oakland y Patriotas de Nueva Inglaterra, estos últimos, nada menos que los campeones de la National Football League (NFL).
Estos eventos requirieron el diseño e implementación de ambiciosos planes logísticos para asegurar que el transporte de materiales, equipo y personas se realizase en tiempo y forma. Algo similar ocurre con los conciertos de personalidades de talla mundial que cada día con mayor frecuencia tienen lugar no solo en la Ciudad de México sino en otros foros de provincia.
Por la complejidad y tamaño de todo lo que lo rodea, el caso de la logística asociada a la Fórmula 1 llamada mi atención en particular, debido entre otras cosas a que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) recibió entre 12 y 14 vuelos chárters cargueros, operados con equipo Boeing 747 para atender primero la instalación y posteriormente, el retiro de todo el material que rodea a los equipos y organización de esta categórica de competencias de la Federación Internacional del Automóvil.
Si bien se reconoce el éxito en todos sentidos que han tenido las tres ediciones de este máximo circuito, que han nuevamente tenido lugar en el autódromo capitalino desde el año 2015, quizás valga la pena apuntar al papel que en el mismo han tenido las instalaciones de su aeropuerto, un esfuerzo que ha supuesto una estrecha coordinación entre los organizadores, las autoridades federales relacionadas con la entrada y salida país de tráfico aéreo y claro está, la administración de la terminal aérea, algo en lo que el papel que tienen las agencias de carga especializadas resulta fundamental.
Lo anterior, considerando que eventos tan sofisticados y ambiciosos en los que sin duda se requieren verdaderos profesionales de la logística para armar, lo que de por sí debe ser considerado un espectáculo en sí mismo, me refiero a la coreografiada danza que tiene lugar dentro y fuera de aeronaves, plataformas, patios, almacenes, terminales, vialidades y escenarios por los que transitan sus equipos humanos y materiales.
Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar con chárters con materiales o personal destinado a eventos con fechas impostergables, conocemos perfectamente las presiones y el estrés que generan entre quienes los operan y tenemos perfectamente claro que por más que planeemos y hagamos todo como es debido, siempre pueden surgir por ahí circunstancias fuera de nuestro control, como pudiera ser un acontecimiento medio ambiental, técnico o social que complique las cosas.
De esta manera, la inversión en los servicios de un agente de carga competente y experimentado, pero sobretodo especializado en este tipo de logísticas, resulta una componente de primera línea en el éxito de un evento deportivo o espectáculo.
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