Hacia el año 1970, cuando United puso en servicio en sus “Cielos Amistosos” el primero de los 88 ejemplares que eventualmente ha volado, además de ser la compañía aérea más grande de occidente, nada más superada en términos de número de aeronaves por la soviética Aeroflot, era básicamente una empresa doméstica en los Estados Unidos, que habiéndose decidido por sumar 747’s a su flota, forzó a sus competidoras (American, Delta y TWA por citar las más representativas) a igualar la oferta con el espacioso y popular nuevo producto, muy a la manera como Pan Am lo hizo con varias aerolíneas en las rutas internacionales.
De esta forma, los 747-100 de United comenzaron inicialmente a realizar frecuentes vuelos transcontinentales (Nueva York/Chicago-Los Ángeles o San Francisco) y entre ellos hacia Honolulu, hasta que, habiéndose hecho de las rutas del Pacífico y de varias aeronaves de Pan Am en el año 1985, incluyendo 747-SP’s, la aerolínea con base en Chicago se convirtió en una de las principales usuarias del modelo en aeropuertos como Beijing, Tokio, Hong Kong, Singapur y Sydney, sumando 747-200’s y 400’s, rivalizando contra las aerolíneas nacionales de esa región y contra otra gran protagonista norteamericana en Asia: Northwest Orient (eventualmente Northwest), también histórica operadora del 747, cuyos algunos ejemplares de la versión 400 terminaron en la flota de Delta luego de la fusión de estas aerolíneas a partir del año 2008.
La aerolínea de Atlanta, que por cierto, no tardó mucho en deshacerse de sus 747’s originales y no lo incorporó por muchos años, retirará el 747 de sus itinerarios el 17 de diciembre de 2017, poco tiempo después de United que lo planea hacer el 29 de octubre, seguido con un vuelo especial entre San Francisco y Honolulú (primera ruta en la que lo utilizó) el 7 de noviembre, marcando el fin de una era en el aerotransporte norteamericano.
Aun cuando muchos de nosotros, tomando en cuenta su perfil y rutas, hubiéramos apostado que United sería cliente de natural del 747-8i (una excelente aeronave que quizás llegó demasiado tarde al mercado), lo cierto es que terminó por operar solamente hasta la versión 400, si bien masivamente, decidiéndose mejor por birreactores de gran alcance, capacidad y rendimiento, caso de los Boeing 787’s, 777’s y Airbus A350’s.
Es así que veo el retiro de la “Reina de los Cielos” de la flota de United como todo un hito y un reflejo de las nuevas realidades en esto de transportar personas por vía aérea, segmento en el que el gigante de dos pisos y cabina ancha, fabricado en Everett, Washington, cada día tiene menos por hacer.
Comenta y síguenos en Twitter: @GrupoT21