Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
Twitter: @RevistaT21
Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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Hablar de Boeing es hablar nada menos que del principal exportador de los Estados Unidos en términos de valor y del segundo proveedor militar más grande del mundo. Es hablar también de la cuna de algunas de las aeronaves civiles y militares más importantes de todos los tiempos y del epicentro de buena parte de la industria aeroespacial mundial de la actualidad.
En su linaje destacan aeronaves como el modelo 247, considerada la primera aeronave verdaderamente de aerolíneas en la historia; un diseño tan revolucionario que forzó el desarrollo de otras importantes aeronaves, como el Douglas DC-3 que tiene sus orígenes en la necesidad de las aerolíneas que competían con United Airlines allá por 1933 de disponer de una aeronave con prestaciones por lo menos similares al 247, cuyos primeros 60 slots de producción Boeing reservó para United, entonces su subsidiaria.
Una de estas aerolíneas, la Transcontinental and Western Air (por sus siglas TWA) posteriormente conocida como Trans World Airlines, empleó a su asesor técnico (Charles A. Lindbergh) para redactar las especificaciones del avión que compraría para competirle con los 247´s de United.
El fabricante de Santa Mónica, California ofreció a la TWA una aeronave que terminó siendo el DC-1, modelo que como el resto de los Douglas, irónicamente terminaría siendo parte de los antecedentes de Boeing, luego de que esta empresa adquiriese por completo a la McDonnell Douglas en el año 1997.
Otras importantes aeronaves civiles de Boeing incluyen al 307 “Stratoliner” del año 1938, primera aeronave comercial con cabina presurizada; a los legendarios bombarderos B-17 también del año 1938 y B-29 del año 1944, reemplazados por los reactores estratégicos B-47 de 1947 y B-52 de 1952 (sorprendentemente aún en servicio), anticipando el desarrollo del estilizado, veloz y exitoso Boeing 707 de 1958, el primer gran jet comercial de pasajeros exitoso.
De la segunda mitad del Siglo XX debemos mencionar a los icónicos Boeing 727, 737 y 747, complementados por una gama de excelentes birreactores (757, 767 y 777) que antecedieron la llegada de una aeronave por revolucionaria para el aerotransporte: el también birreactor 787.
No se pueden menospreciar el resto de los productos de esta gran empresa multidisciplinaria en los ámbitos de equipos de vuelo y tecnología de diverso uso aeroespacial civil y militar.
Así, en tiempos en los que entre quiebras y fusiones, pocas organizaciones pueden aspirar a mantener por mucho tiempo su nombre en el mercado, el centenario de Boeing merece ser destacado y celebrado.
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