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Según cifras de diversas asociaciones mexicanas vinculadas al sector logístico, el país atraviesa por una crisis de operadores de unidades de carga sin precedentes. Las unidades de autotransporte están viviendo una escasez de más de 50 mil conductores que se está agudizando cada vez más.
Las empresas de autotransporte y embarcadoras de México ven con preocupación cómo día a día muchos operadores deciden migrar a Estados Unidos, buscando mejores condiciones de trabajo o bien optan por cambiar de rubro para tener una vida sin tantas incertidumbres.
Eso es justamente lo que significa para muchos operadores trabajar en las carreteras del país: incertidumbre. La falta de seguridad, las legislaciones que les ponen retos constantes y la falta de fluidez en los pagos ha hecho que tanto nuevas generaciones como experimentados operadores ya no quieran trabajar cruzando la república.
Para ser conductor de transporte de carga no solamente se necesita temple y paciencia, también es necesario contar con un profundo conocimiento tanto de la unidad, como del camino y de la dinámica que se da entre quienes trabajan en carretera, una valiosa experiencia que hoy se hace más necesaria que nunca.
Es comprensible que, tras ser históricamente ignorados, los transportistas se hayan cansado de trabajar bajo condiciones inciertas. En este escenario, de hecho, lo único cierto es que todos debemos contribuir para mejorar esta situación y que la tecnología puede convertirse en un gran aliado del sector, facilitando soluciones que ayudan a robustecer los flancos débiles del autotransporte.
Sistemas que ayuden a incrementar la seguridad, a optimizar las rutas y disminuir los costos, así como tecnología para digitalizar los pagos y cobranza son algunas de las innovaciones que están apoyando hoy el trabajo de los conductores del autotransporte de carga.
Se estima que por cada operador activo en el país hay hasta 4 cargas que esperan ser enviadas. Para que esas cargas lleguen a su destino y, más aún, para que la economía mexicana siga funcionando, los operadores son clave. Sin su trabajo la entrega de todos esos envíos quedaría postergada, provocando a la larga un colapso en la cadena de suministro.
Por eso, todos los actores del sector debemos comprometernos en mejorar e impulsar las condiciones laborales de los operadores para contrarrestar esta crisis y no seguir empeorando la situación. Si bien es una meta que hay que proyectar hacia el futuro y donde quedan aún muchas oportunidades para explorar, el acercamiento a la tecnología amigable puede entregar más certezas a una labor que carece de ellas.
La tecnología puede, por ejemplo, asegurar el pago seguro, eficiente y rápido de los servicios, lo que se traduce en confianza y tranquilidad tanto para los operadores, como para sus familias.
Jaime Tabachnik actualmente es CEO y cofundador de Solvento. Es Ingeniero Civil titulado de la Universidad Iberoamericana, así como candidato a EMBA en la Escuela de Negocios Kellogg de la Universidad Northwestern. Cuenta con más de 8 años de experiencia en estrategias de cadena de suministro, operaciones y transformación digital del sector logístico.
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