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En términos económicos la movilidad de las personas, el transporte y la entrega de mercancías es la espina dorsal de cualquier economía en general y de las ciudades en particular, pero al mismo tiempo el transporte convencional es una de las principales fuentes de contaminación y emisión de gases efecto invernadero (GEI), estimándose en los próximos años que las emisiones del transporte de mercancía superen a las emisiones por la movilidad de las personas.
Los cambios y tendencias en los hábitos de consumo, con un fuerte crecimiento del comercio electrónico desde los inicios de la pandemia, sostenido en el tiempo, las mayores demandas por parte de los consumidores que utilizan el comercio online en términos de entregas más rápidas y frecuentes, el aumento de la demografía en las grandes ciudades en detrimento del entorno rural, el crecimiento de los costes de entrega por diversos motivos, (inflación, precio del combustible, escasez de productos, precios de envases, embalajes y fletes, tamaño de la entrega y ocupación de los vehículos), así como una mayor restricción normativa acerca de la distribución urbana de mercancías, con especial incidencia en el canal HORECA.
Estas tendencias hacen que las empresas del sector se orienten hacia nuevos modelos de almacenaje y transporte, buscando la participación y colaboración de todos los actores y grupos de interés en la cadena de suministro.
Este enfoque facilita la creación e instalación de los microhubs de entrega, a veces llamados “tienda oscura o centros dotcom”, como un formato de almacén de consolidación urbana, que tiene una huella de carbono mucho más pequeña y menores costes operativos.
La tienda oscura fue un concepto implantado en 2013 por Tesco en el Reino Unido que debido a su popularidad se extendió a la Unión Europea. El número de referencias o SKU es considerable, con un grado de automatización importante para la preparación de pedidos y suelen trabajar 24 horas 7 días a la semana.
Al no tener clientes minoristas que accedan a la tienda, estos microhubs no tienen por qué estar localizados en calles principales, ni en centros comerciales, y principalmente se ubican en áreas con buenas conexiones a carreteras o arterias circulares de grandes ciudades, para facilitar las entregas diarias.
Los microhubs tienen las siguientes ventajas principales:
- Reducir de forma considerable la huella de carbono al emitir menos contaminación por emisiones de GEI relacionadas con el transporte.
- Disminuir la distancia media recorrida por los medios de transporte en las entregas de última milla y aumentar la rapidez y frecuencia en la entrega.
- Facilitar el uso de medios de transporte alternativos sin emisiones de carbono (eléctricos, bicicletas -carros, patinetes, robots, etc.), en la entrega a domicilio.
- Optimizar el ahorro de costes operativos, con sistemas de entregas más eficientes y con menores entregas fallidas.
- Favorecer la colaboración entre los distintos actores de la cadena al tener mayor flexibilidad para que los clientes/empresas satisfagan mejor sus necesidades de entrega de última milla.
Los microhubs tienen también algunos inconvenientes que deben tenerse en cuenta:
- Producir ruidos durante el descanso nocturno en zonas urbanas y vecinales. Algunas administraciones locales restringen el trabajo por la noche.
- Tener la capacidad limitada de almacenamiento, con pocas unidades por referencia y por lo tanto tener limitaciones en la preparación de pedidos.
No obstante, la alternativa de los microhubs es muy necesaria, porque además de las ventajas indicadas, hay un gran problema de seguridad vial en las grandes ciudades con incrementos importantes de la siniestralidad vial en el reparto y entrega de las mercancías a domicilio.
Para que los microhubs tenga aceptación y éxito, además de cuidar los inconvenientes mencionados deben tener en cuenta los siguientes factores:
- Implantar los microhubs en poblaciones con un mínimo de densidad de población, donde la normativa ambiental impondrá nuevas zonas de bajas emisiones.
- Contar con el apoyo de empresas tanto públicas como privadas que colaboren de forma eficiente en la planificación de las rutas, los formatos y los medios de transporte para las entregas de última milla.
- Facilitar los análisis y los estudios por expertos y académicos con el fin de apoyar los procesos y la metodología alrededor de los microhubs.
- Instalar infraestructuras de carga y abastecimiento de energía y combustible para los vehículos de bajas emisiones.
- Fomentar la colaboración entre los distintos actores de la cadena y de múltiples operadores.
- Desarrollar todos los procesos y estándares necesarios dentro de los microhubs y fuera de ellos para regular las entregas y los tipos de vehículos adecuados al entorno urbano donde realizan sus operaciones.
Los microhubs en las grandes ciudades mejoran la distribución urbana de mercancías, muy especialmente en el canal de HORECA.
Te invito a leer mi columna anterior: La trazabilidad y la gestión de crisis son procesos logísticos
José Luis Galiana es presidente y fundador de RALOG – Red de Ayuda Logística, la asociación española sin ánimo de lucro de los profesionales logísticos, director ejecutivo del Foro Iberoamericano de Logística (FIALOG) y fundador del Foro de Expertos Logísticos (FELOG) de Caleruega. Anteriormente, fue miembro del Comité de Dirección de Unilever (España) en la unidad de negocios de productos personales y del hogar, como director de cadena de suministro y relaciones externas y presidente del Comité de Logística y Transporte en AECOC.
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