A pesar de todos estos esfuerzos, todavía ha resultado difícil mantenerse al día con la demanda que cambia rápidamente, por ello, comparto a continuación algunas estrategias que las compañías pueden implementar para ser más resilientes y mantenerse vigentes.
Automatización de la maquinaria
La automatización se puede dar mediante una tecnología, o conjunto de tecnologías, que permitan ejecutar procesos con mínima o, inclusive, nula asistencia humana. Por ejemplo, procesos de fabricación de productos para el hogar como papel higiénico y toallas de papel, están altamente automatizados.
Por lo anterior, fabricantes de estos productos básicos han podido adaptarse de forma ágil ante la demanda, ya que dichos productos han estado constantemente demandados durante el brote de COVID-19, con poco o ningún riesgo para los trabajadores. Sin embargo, aún queda la dependencia ante otros proveedores para hacer la distribución y llegar hasta los anaqueles.
Incrementar la visibilidad de la cadena y gestión de riesgos
La visibilidad total de lo que pasa de extremo a extremo de la cadena de suministros definitivamente da una ventaja competitiva, porque permite al empresario poder anticiparse a los acontecimientos antes que ocurran.
Es vital contar con herramientas y procesos que permitan visibilidad a lo largo de la cadena de suministro, permitiendo capacidad del análisis de riesgos y simulaciones de interrupción. Hoy en día, se cuenta con soluciones de software que permiten al ejecutivo responsable de los procesos logísticos no solamente la visualización de una interrupción, sino también opciones de cómo anticiparse para cubrir esta interrupción.
Anticiparse a interrupciones y limitaciones de la cadena de suministro
En los últimos meses, las cadenas de suministro han experimentado una cantidad de interrupciones nunca antes vistas, reflejo de esto son los supermercados con estantes vacíos donde deberían estar los productos comunes.
El reto de los proveedores ha sido lidiar con las repercusiones de la crisis, cómo mitigar los impactos asociados a cualquier eventualidad, y anticiparse a posibles restricciones en la cadena de suministro y así, disminuir el riesgo.
A largo plazo, los procesos comerciales deberán ser evaluados y tratar de exponer vulnerabilidades, como los efectos de las compras de pánico, seguidos de un extenso proceso de análisis para comprender mejor los efectos de la exposición al riesgo.
Unificación de la cadena de suministro
Es común encontrarnos con empresas manufactureras que manejan dos cadenas de suministro de forma separada; una física que consta de todos los productos en bodegas y anaqueles; y otra digital que contiene toda la tecnología de automatización y recolección de información.
Esta dualidad se presenta cuando hay implementación de herramientas digitales de forma parcial en diferentes puntos de la cadena de suministro, teniendo gestiones aisladas y en ocasiones duplicidad de operaciones, esto como consecuencia de no hacer previamente un diagnóstico integral de todos los procesos para poder implementar una estrategia unificada.
Aquellas que logren la sincronización de ambas cadenas de suministro en procesos de fabricación, distribución y adquisición serán las que consigan tener agilidad necesaria para sobrevivir e incluso marcar el rumbo de operación en tiempos de pandemia o cualquier otra crisis en el entorno.
El escenario de pandemia en que nos encontramos es ineludible, y más allá de enfrentarlo como una amenaza, representa una oportunidad para que las industrias canalicen el futuro de los grandes cambios que ya se están viviendo, como el aumento en la automatización de fábricas y una menor necesidad de trabajadores de la línea de ensamblaje.
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