Los servicios logísticos comprenden un conjunto de servicios individuales que se agrupan en este concepto de logística para entender de manera integral el movimiento de mercancías desde su lugar de producción hasta su lugar de consumo final.
Este concepto de servicios logísticos, como un clúster de varios servicios, no se negocia de esa manera ni en las negociaciones comerciales internacionales de México en Tratados de Libre Comercio (TLC) ni a nivel multilateral en la Organización Mundial de Comercio (OMC), sino que se negocian de manera separada algunos de sus componentes.
La única excepción a esta manera de negociar sucedió en la OMC, cuando en la Conferencia Ministerial celebrada en Hong Kong (HKC) de diciembre de 2005 se acordó que para avanzar en las negociaciones de servicios en la Ronda Doha para el Desarrollo se pasaría de un enfoque de petición oferta bilateral (uno a uno) a un enfoque plurilateral (de muchos a muchos).
La petición plurilateral en servicios de logística estuvo coordinada por HKC y tuvo 8 países peticionarios: Australia, Chile, HKC, Japón, Nueva Zelanda, Suiza, y Taipei Chino. Se dirigió a 34 países objetivo, entre ellos México, pidiendo más compromisos de liberalización en tres grandes componentes: servicios “centrales” (core) para la logística, tales como los servicios de carga y descarga, de almacenamiento o de agentes de transporte de carga; los servicios relacionados con la logística, como algunos subsectores en transporte marítimo, aéreo, por carretera y por ferrocarril, además de algunos servicios de ingeniería, servicios postales y de mensajería y servicios de distribución; y finalmente, servicios de logística no- centrales, como los servicios de informática, empaque y consultoría en administración. Lamentablemente, esta negociación no prosperó y la Ronda Doha de la OMC sigue pendiente de conclusión.
En lo referente a las negociaciones dentro de TLCs, los servicios de logística se incluyen en disciplinas horizontales sobre comercio de servicios e inversión y sus anexos de reservas. En los anexos se captura el régimen jurídico vigente al momento de la entrada en vigor del TLC y se hace el compromiso de no dar marcha atrás en la apertura alcanzada. Más aún, se hace el compromiso de no dar marcha atrás tampoco en el caso de que posteriormente a la entrada en vigor del TLC un país decida liberalizar aún más de manera unilateralmente.
México es muy activo en la negociación de TLC, con 12 Acuerdos en vigor con 46 países y un mercado potencial de más de mil 100 millones de consumidores. La mayoría de nuestros TLCs tienen capítulos generales de servicios e inversión y sus anexos. Adicionalmente, algunos tratados contienen disciplinas específicas adicionales para algunos de los componentes de los servicios de logística, como los servicios de transporte terrestre (el TLCAN y el TLC con Centroamérica), de transporte marítimo (los dos TLCs con países europeos y la Alianza del Pacífico), transporte aéreo (el TLC con Chile) y servicios de entrega exprés (TPP, que fue firmado pero no entró en vigor).
La posición geográfica de México y su red de tratados le dan un enorme potencial para desarrollarse como un hub logístico de clase mundial. Sus amplios litorales y su vecindad con Estados Unidos se agregan a sus TLCs que se extienden a los cuatro puntos cardinales: al norte con Estados Unidos y Canadá; al sur, con Latinoamérica; al este con Europa y al oeste con países de la región Asia- Pacífico. Es el momento para aprovechar estas ventajas y hacer realidad ese potencial.
Para ello, es necesario trabajar internamente a fin de desarrollar su infraestructura de comunicaciones y transportes, aplicar medidas para facilitar el comercio y lograr un movimiento eficiente y seguro de mercancías y servicios, así como diseñar políticas públicas que entiendan al sector de manera integral bajo el enfoque de clústeres.
Adicionalmente, se debería analizar la conveniencia de seguir el mismo enfoque de clústeres en la negociación de los servicios de logística en acuerdos internacionales, para ser consistentes con el diseño interno de políticas públicas y para aprovechar al máximo los beneficios de la liberalización comprometida en estos Tratados.
El Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial en 2016 ubicó a México en el lugar 57 de 160 países. Este índice toma como referencia 6 criterios: la infraestructura, los embarques internacionales, las aduanas, la oportunidad en la entrega, la competencia logística y el trazado y rastreo. El lugar que ocupa México en el ranking es una muestra palpable de que hay aún varias áreas de oportunidad en este sector.
En conclusión, hay una serie de factores que inciden en el desarrollo de México como un polo logístico competitivo a nivel mundial: los retos internos, el diseño de política pública, las negociaciones internacionales, su particular situación geográfica y los recursos disponibles. Un enfoque integral es la mejor manera de atender esta diversidad factorial y alcanzar la excelencia en los servicios logísticos mexicanos.
Twitter: @masg71