Por lo mismo, resultaría no muy atractivo subirnos a la mitad del viaje a tratar de disfrutarlo, pensando qué me perdí, qué no tome en cuenta para la siguiente mitad del viaje, qué sigue o a dónde me dirijo. Del mismo modo, tratar de optimizar una cadena de suministro sin saber si la que tengo es precisamente con la que debo contar o en función de qué debo de optimizar solo sería implementar soluciones, estrategias o herramientas que o bien no satisfacen mis necesidades o me hicieron generar una inversión desmedida al tomar solo los comentarios de referencias en el mercado.
La palabra holístico (integral) es originaria de la palabra griega “holos” y significa la observación de algo desde el punto de vista funcional a partir de todas sus partes e interrelacionarlas unas con otras como un todo. Se trata de un modelo funcional y no estático, integral y no dividido, incluyente y no excluyente, ampliado y no limitado, total y no aislado.
Partiendo de esta descripción es que la recomendación principal antes de pensar en una optimización de su cadena de suministro es una revisión holística de la misma, desde el origen de sus objetivos estratégicos, financieros y operativos, hasta una evaluación de sus fortalezas y debilidades en cada uno de sus procesos de negocio. Es muy importante “tomar una fotografía de cuál es la situación actual de cada proceso”, delimitar el alcance, marcar sus objetivos, identificar sus indicadores de control, etc.
Cuando esta fase se ha llevado a cabo, se debe de proceder a la evaluación de las estrategias a implementar en función de los requerimientos del mercado (clientes), con la única finalidad de satisfacer esas necesidades. Muy probablemente encontrarán que un proceso de suministro no es suficiente para cubrir dichas necesidades y es ahí en donde deberán volver al inicio y cuestionarse los objetivos principales para descartar o certificar que están correctos y que entonces es necesario implementar una o más cadenas de suministro que cumplan con las expectativas de todos los clientes.
Una vez realizado el análisis del alcance de mi proyecto, es necesario entrar en un nivel más detallado del proceso de integración (visión holística), en donde deberé de tomar en cuenta, tanto las diversas áreas de la empresa, como las características propias del mercado, pasando por las fortalezas y debilidades de mis socios comerciales (proveedores) hasta los clientes de mis clientes. Este proceso muchas de las veces resulta el más crítico, ya que es necesario crear la empatía en cada integrante para que el esfuerzo por alinear las acciones sea efectivo. Para lograr el éxito de esta fase es necesario tener bien identificados los beneficios que dicha alineación tendrá para todos los integrantes (esfuerzo – beneficio).
Hasta aquí solo hemos visto el proceso de análisis, diseño y alineación de los procesos que intervienen en la cadena de suministro. Si durante estas fases el desarrollo ha sido con apoyo y sin contratiempos por parte de los integrantes, estoy seguro de que si ha llevado la medición de los indicadores de control ya debimos haber comenzado a saborear los beneficios de la optimización de la cadena de suministro y eso haciendo referencia a la analogía del viaje, “sin habernos embarcado aun”.
Cuando ya tenemos una visión clara de hacia dónde vamos a ir, viene lo más atractivo: definir cómo quiero viajar. ¿Quiero un viaje emocionante? ¿Ahorrarme el máximo y disponerlo en lo que me guste solamente? ¿O quiero compartir con las personas que más estimo? Estas preguntas pueden parecer solo para un viaje, pero la verdad es que tienen que ver con el tipo de estrategias que deberé de implementar con la finalidad de llegar sano y salvo de regreso a casa a empezar a planear uno nuevo.
Las estrategias a implementar pueden ir desde las más arriesgadas como un Just In Time, hasta realizar pequeños ajustes en mis procesos operativos que me permitan sin inversión mantener un nivel de servicio ad-hoc a los requerimientos de mis clientes. Pueden ser tan ambiciosas como implementar un ERP de última generación, un CRM que me permita estar más en contacto con el mercado o simplemente realizar las inversiones necesarias para que su empresa siga adelante con un mejor flujo de efectivo y una rentabilidad decorosa.
La respuesta está en la visión, en qué tan alta quiere la barrera de entrada para sus competidores y para cuando. Es necesario recordar que actualmente el mercado está en un proceso de cambio continuo y que para permanecer en él es necesario mantenerse actualizado creando diferenciadores en el mismo.
Lo que significa regresar a casa y volver a definir el nuevo destino para nuestro viaje. Solo recuerde que si cambia de ruta en pleno trayecto, más vale que sea con un plan bien estructurado, ya que de lo contrario puede encontrarse en una isla desierta cuando menos lo espere.
De usted depende si lo que quiere es un viaje placentero que pueda repetir con diferentes destinos pero el mismo excelente resultado o solo pasar un fin de semana de descanso para regresar a los problemas ordinarios esperando el nuevo fin de semana.
Recuerde: “Si conoce los parámetros que afectan la disponibilidad de sus productos, podrá optimizar su cadena de suministro”.