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El modelo de negocio de la cadena minorista Coppel vaya que ha funcionado con su red de más de mil 700 tiendas en el país y ventas superiores a los 250 mil millones de pesos, lo que la ha convertido en la empresa privada más grande del país. La demanda de proveeduría detrás de esta tienda departamental la ha llevado a ser una de las grandes usuarias de todos los modos de transporte, incluido el servicio marítimo. Y cómo no, si varias de sus fuentes de abasto están al otro lado del océano Pacífico.
Así, no resulta extraño que la esposa del presidente y director general de la cadena, Agustín Coppel Luken, haya sido elegida para ser la madrina de bautizo de un nuevo barco que la compañía naviera alemana Hapag-Lloyd, pondrá en operación en la ruta transpacífico. El evento se llevará a cabo los próximos días y tendrá como escenario el puerto de Manzanillo, Colima. Los buenos negocios también traen consigo buenos detalles.
¿Y el robo en carreteras? ¡Bien gracias!
Algo debemos hacer por el tema de la seguridad hacia y desde los principales cruces fronterizos con los Estados Unidos. Si la apuesta por nuestro desarrollo económico en los próximos años estará sustentada principalmente sobre el crecimiento de las inversiones manufactureras para abastecer a nuestro vecino del norte, lo mínimo que debemos hacer como país es garantizar la seguridad de los principales corredores carreteros que nos conectan con nuestro principal socio comercial. Y es que pareciera que pedirle a la autoridad que garantice la seguridad en todo el país es un sueño guajiro.
Eventos como el robo de vehículos de la marca del ovalo azul a plena luz del día y en medio de una de las principales carreteras del país, hablan bastante mal del débil estado de derecho que tenemos. Como en las películas, la Guardia Nacional llegó a ese evento cuando todo ya había terminado, pero desafortunadamente aquí no hubo un superhéroe que impidiera el atraco, eso sólo ocurre en las producciones de Hollywood.
El crimen organizado ha avanzado en tal medida que ya su fuente de abasto parece ser la carretera de todo y cuanto necesitan. Esta vez fueron camionetas pick-up que seguramente usarán en sus actividades delictivas, pero también recientemente fue un embarque de drones, que imagine usted el uso que a estos artilugios les podrán dar para vigilancia o para transporte de corta distancia evadiendo a las autoridades.
Videos virales de eventos desafortunados como el del robo de las camionetas no hacen sino dañar la imagen de nuestro país y hacernos ver como un Estado fallido con grandes territorios perdidos frente al crimen organizado. Pero de esto, ninguna autoridad habla como la prioridad que debería ser ahora que se acercan los tiempos de las campañas políticas.
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