Por eso, más que las ráfagas de viento, los daños a la infraestructura de comunicaciones, comercial, hotelera y habitacional, llegó desbordada en forma de caudalosos ríos y arroyos que arrastraron lo que encontraron a su paso, depositándolo bajo sendas toneladas de lodo, o en el mar en el peor de los casos.
Llegada la calma el sábado anterior, empezaron las labores de reconstrucción. Y en ésta tarea, la empresa Baja Ferries que amarró sus buques en Topolobampo y Mazatlán, a la espera del paso de la tormenta, comenzó su contribución logística para ayudar a los damnificados y reactivar el abasto de la península.
El esfuerzo fue extraordinario. En un solo día (sábado 2 de septiembre), los buques California Star y Baja Star completaron dos vueltas al Mar de Cortés entre Topolobampo, Sinaloa, y La Paz. El Balandra Star, arribó también procedente de Mazatlán con el alba del mismo día trayendo la primera ayuda. Apenas descargó se hizo a la mar ya en dirección a Topolobampo, donde la ayuda y el embudo de carga era mayor que en Mazatlán.
En el primer buque llegaron cuadrillas y equipos de la Comisión Federal de Electricidad, casi en un 60% del espacio. Lo urgente era comenzar los trabajos de reactivación del suministro eléctrico, para restablecer los sistemas de bombeo de agua en zonas anegadas y; en la medida de lo posible, el sistema de agua potable.
En el tercer buque, el Baja Star, que partió a las 23:59 de Topo, cruzaron brigadas de apoyo del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), Comisión Nacional del Agua (Conagua), y el abasto de orden prioritario como agua y alimentos básicos.
Con los tres embarques del domingo desde Topo, a los que se sumó el buque Balandra Star, las operaciones de la suspensión del servicio durante dos días de tormenta, habían podido regularizarse, relata Alberto Montemayor, Director Comercial de Baja Ferries.
Para fortuna del estado peninsular, el puerto de Pichilingue en La Paz no sufrió daño alguno, lo cual permitió reactivar casi de inmediato los servicios del ferrie y el auxilio que se pudo prestar en apoyo a la población civil.
La logística ante la contingencia ambiental pudo reaccionar rápidamente por la vía acuática. La complicación mayor estuvo realmente en tierra. Con carreteras y caminos cortados por las intempestivas corrientes de lodo, piedras y palizada, la logística desde La Paz tuvo sus escollos el fin de semana. Llegar a la zona de Los Cabos, la región más afectada por el fenómeno climatológico, fue una proeza mayor hacerlo en tierra.
Lamentable el desastre que apenas tres años después del huracán Odile, vuelve a azotar el turístico estado de Baja California Sur. Esta vez los daños fueron menores, pero este evento sirve nuevamente como recordatorio, para cincelar en la mente de los mexicanos y nuestras autoridades, la importancia de promover la conectividad marítima entre regiones. La temporada de huracanes continúa. En el Golfo de México ahora le tocó sufrirlo a Texas, pero años atrás hemos enfrentado cortes a las carreteras y vías del tren que comunican al sureste mexicano, y nuestra infraestructura de buques es limitada.
En BCS ahora vendrá la reconstrucción y al abasto normal, habrá que sumar más varilla, cemento, alambrón, pisos, y un largo etcétera. Y luego todavía hay quien dice que el cambio climático es una ficción.
P.D.
¿Luis Eraña, de regreso en México?
Un líder y experto en supply chain como lo es Luis Eraña, todavía importante colaborador de DHL en los Estados Unidos, estará pronto de regreso en México, nos dicen nuestras fuentes. No hay que perderlo de vista. Hay empresas que apuestan por repatriar el talento que el país ha exportado. Bien por esas empresas que buscan trascender en la logística.
Comenta y sígueme en Twitter: @CruzOsiel
Por eso, más que las ráfagas de viento, los daños a la infraestructura de comunicaciones, comercial, hotelera y habitacional, llegó desbordada en forma de caudalosos ríos y arroyos que arrastraron lo que encontraron a su paso, depositándolo bajo sendas toneladas de lodo, o en el mar en el peor de los casos.
Llegada la calma el sábado anterior, empezaron las labores de reconstrucción. Y en ésta tarea, la empresa Baja Ferries que amarró sus buques en Topolobampo y Mazatlán, a la espera del paso de la tormenta, comenzó su contribución logística para ayudar a los damnificados y reactivar el abasto de la península.
El esfuerzo fue extraordinario. En un solo día (sábado 2 de septiembre), los buques California Star y Baja Star completaron dos vueltas al Mar de Cortés entre Topolobampo, Sinaloa, y La Paz. El Balandra Star, arribó también procedente de Mazatlán con el alba del mismo día trayendo la primera ayuda. Apenas descargó se hizo a la mar ya en dirección a Topolobampo, donde la ayuda y el embudo de carga era mayor que en Mazatlán.
En el primer buque llegaron cuadrillas y equipos de la Comisión Federal de Electricidad, casi en un 60% del espacio. Lo urgente era comenzar los trabajos de reactivación del suministro eléctrico, para restablecer los sistemas de bombeo de agua en zonas anegadas y; en la medida de lo posible, el sistema de agua potable.
En el tercer buque, el Baja Star, que partió a las 23:59 de Topo, cruzaron brigadas de apoyo del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), Comisión Nacional del Agua (Conagua), y el abasto de orden prioritario como agua y alimentos básicos.
Con los tres embarques del domingo desde Topo, a los que se sumó el buque Balandra Star, las operaciones de la suspensión del servicio durante dos días de tormenta, habían podido regularizarse, relata Alberto Montemayor, Director Comercial de Baja Ferries.
Para fortuna del estado peninsular, el puerto de Pichilingue en La Paz no sufrió daño alguno, lo cual permitió reactivar casi de inmediato los servicios del ferrie y el auxilio que se pudo prestar en apoyo a la población civil.
La logística ante la contingencia ambiental pudo reaccionar rápidamente por la vía acuática. La complicación mayor estuvo realmente en tierra. Con carreteras y caminos cortados por las intempestivas corrientes de lodo, piedras y palizada, la logística desde La Paz tuvo sus escollos el fin de semana. Llegar a la zona de Los Cabos, la región más afectada por el fenómeno climatológico, fue una proeza mayor hacerlo en tierra.
Lamentable el desastre que apenas tres años después del huracán Odile, vuelve a azotar el turístico estado de Baja California Sur. Esta vez los daños fueron menores, pero este evento sirve nuevamente como recordatorio, para cincelar en la mente de los mexicanos y nuestras autoridades, la importancia de promover la conectividad marítima entre regiones. La temporada de huracanes continúa. En el Golfo de México ahora le tocó sufrirlo a Texas, pero años atrás hemos enfrentado cortes a las carreteras y vías del tren que comunican al sureste mexicano, y nuestra infraestructura de buques es limitada.
En BCS ahora vendrá la reconstrucción y al abasto normal, habrá que sumar más varilla, cemento, alambrón, pisos, y un largo etcétera. Y luego todavía hay quien dice que el cambio climático es una ficción.
P.D.
¿Luis Eraña, de regreso en México?
Un líder y experto en supply chain como lo es Luis Eraña, todavía importante colaborador de DHL en los Estados Unidos, estará pronto de regreso en México, nos dicen nuestras fuentes. No hay que perderlo de vista. Hay empresas que apuestan por repatriar el talento que el país ha exportado. Bien por esas empresas que buscan trascender en la logística.
Comenta y sígueme en Twitter: @CruzOsiel