MONTERREY, N.L.- Hasta 2022 existían 88 empresas japonesas, 184 coreanas y casi 100 empresas chinas en Nuevo León. La tendencia dicta que esta cifra se incrementará progresivamente durante los próximos años debido al efecto del nearshoring y del atractivo de México, sobre todo de su frontera norte para las empresas que buscan acercarse a la mayor economía del mundo. De acuerdo con datos de la Dirección General de Inversión Extranjera, este estado ha representado entre el 10 y el 13% de la Inversión Extranjera Directa (IED) que llega al país.
“Con la llegada del nearshoring, la única manera de que las empresas chinas continuaran abasteciendo el mercado norteamericano era establecerse en México, Estados Unidos o Canadá. En este sentido, es bien conocido que México es un país de manufactura con una mano de obra calificada y económicamente más eficiente, tiene además una ubicación geográfica privilegiada al tener como frontera a la mayor potencia económica del mundo, es por lo que es el destino más atractivo para la relocalización”, detalló Samuel Peña, catedrático del Tec de Monterrey durante el workshop “Nearshoring y el approach ante otras culturas”, desarrollado en el ETYL 2023, organizado por Grupo T21.
El especialista en fomento industrial compartió con los asistentes que negociar con empresas y ejecutivos japoneses, coreanos y chinos, es un ejercicio que se debe desarrollar de manera más efectiva, sobre todo por la diferencia cultural, los usos y costumbres de estas regiones, que distan mucho de la manera en que los mexicanos hacen negocios.
“El empresario japonés y coreano tienen en común que al inicio de un proyecto lo hacen solos. En el caso de los chinos las negociaciones son take over, no hostil, que los ha llevado a adquirir grandes empresas y expandir su influencia en diferentes sectores, por lo general en una negociación los chinos adquieren la gran mayoría de las acciones con un exit plan, que quiere decir que el dueño se queda para entrenar al personal, pero con una condición de salida”, detalló Peña.
El catedrático subrayó que en las negociaciones con empresarios chinos y coreanos es común “proponer algo en la mesa que vaya contra la norma, desgraciadamente en muchas empresas es un modus operandi, por eso el trabajo de algunos mexicanos que trabajan con ellos es hacerles ver que estas prácticas son ilegales”, aseguró.
Peña aludió que para negociar con empresas chinas es necesario tener un alto grado de adaptabilidad y capacidad de negociación.
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