Ella eligió dejar su carrera como médico forense y dedicarse a transportar materiales y residuos peligrosos en un full (unidad doblemente articulada), en un tiempo en el que ser operador de transporte de carga era mucho más complejo por la tecnología de los vehículos y las condiciones de la infraestructura carretera.
Miriam Ochoa, conocida en el mundo del autotransporte como “La Pipera”, dejó claro que para ser operadora hay que tener carácter, desarrollar las habilidades necesarias y ser perseverante.
Esta mujer abrió brecha para el género femenino en el transporte en México y hoy forma parte del libro y exposición “Las Reinas de la 57”, además, es protagonista de un documental realizado por Miguel Pérez en el cual se habla de su carrera y los retos a los que se ha enfrentado a lo largo de su trayectoria como “pipera”.
Durante las actividades de DIGITAC-HUB se llevó a cabo el “Preview y conversatorio Documental “La Pipera” y presentación del libro y exposición “Las Reinas de la 57”, en donde Miriam Ochoa definió a su profesión como difícil por lo que se sacrifica.
“Pero también ha sido muy gratificante haber abierto un camino para las mujeres, porque en aquellos tiempos no era común ver a una mujer manejando y mucho menos un doble remolque con materiales peligrosos, esto ha sido un parteaguas en mi vida porque yo soy médico forense, pero conocí la carretera y me enamoré a tal grado que decidí dejar mi carrera para pertenecer a este gremio tan importante que es el transporte”, compartió durante su presentación.
Miguel Pérez, realizador del documental, compartió que conoció a “La Pipera” hace tres décadas cuando eran colegas de profesión, pues él también fue operador de tractocamión. “Conocí a Miriam y quedé completamente enganchado con su historia, al ser la primera mujer operadora de materiales y residuos peligrosos en doble remolque en el mundo y la primera en solicitar a la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) la licencia tipo E”, comentó.
“Las Reinas de la 57” es el primer proyecto que documenta la vida de las mujeres en la carretera, su creador explicó que el objetivo del proyecto es darle visibilidad al trabajo de las mujeres dentro de la industria del transporte porque eran “completamente invisibles”.
Explicó que al ser operador entiende lo difícil que es la profesión, además evidenció que la infraestructura de las empresas de transporte y lo centros destino de las cargas no están preparados para las mujeres, lo que complica aún más su labor.
“Me da mucho gusto que a partir de este proyecto empezaron a interesarse en las mujeres operadoras y a mejorar las condiciones laborales”, dijo Pérez.
Por su parte, Osiel Cruz Pacheco, director general de Grupo T21 y moderador del panel, compartió que el propio sector y el género masculino necesita empezar a tener un competidor en la operación del autotransporte, de modo que las buenas prácticas sean el hilo conductor de la competencia. “Esto puede ayudar a que haya un cambio de visión y de comportamiento entre los operadores del autotransporte”, dijo.
Para generar más espacios para las mujeres, en opinión de “La Pipera”, es necesario que las empresas de autotransporte abran oportunidades y al mismo tiempo prolonguen la capacitación para continuar con su desarrollo profesional, “invitaría a las empresas a darles oportunidad a las mujeres para que puedan demostrar hasta dónde somos capaces de llegar, igualmente reforzar la seguridad para que podamos desempeñar nuestro trabajo con plena tranquilidad”, comentó Ochoa.