![](https://t21.com.mx/wp-content/uploads/2023/08/Progreso_0.jpg)
El ahorro a través de los tráficos marítimos de costa distancia (Short Sea Shipping), en el que se basa el programa de Autopistas del Mar -sostuvo el especialista- se produce por “ir en un medio de transporte más grande, con mayor capacidad, que utiliza combustible más barato y a velocidades inferiores; pero no sólo es aplicable con las condiciones adecuadas como en el caso europeo, sino funciona muy bien para problemas de orografía y hasta de conflictos bélicos”.
Refirió que es un concepto “exportable” a cualquier parte del mundo toda vez se realicen los debidos estudios para su factibilidad, como las economías de escala en el caso de la capacidad de los buques y la cantidad de carga que se pretende movilizar.
Las Autopistas del Mar en Europa, de acuerdo con el consejero del IME, han funcionado para reducir el consumo energético de derivados del petróleo, ya que “la carretera o el tren son seis veces menos eficientes a nivel energético que un portacontenedores pequeño de mil 200 TEU” y además los costos al continente ascienden a 210 mil mde por concepto de importación de petróleo.
Sin embargo, detalla, se han reducido los “costos adicionales al transporte” como los que se presentan en las carreteras cuando ocurre alguna siniestralidad ya que “el 96% de las muertes por accidentes de transporte son vía carretera, 100 veces mayor que la siniestralidad marítima”, además del ruido, la contaminación y el desgaste de las infraestructura.
En ese sentido, Miguel Pardo relató que la Unión Europea (UE) consiguió evaluar estos costos externos del transporte y para el marítimo equivalen a cuatro euros por tonelada/kilómetro, para el ferrocarril 12 y para la carretera 24, donde nuevamente “los costos externos del transporte son seis veces inferiores en el marítimo”, y sólo en 2010 estos costos externos representaron el 1% del Producto Interno Bruto de la UE.