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Tras el incidente, el crucero que transportaba a 4,229 personas a bordo, contando a la tripulación, se quedó sin propulsión en el motor y desde entonces se mantiene con generadores auxiliares, por lo que dejaron de funcionar los ascensores y el aire acondicionado.
“Todos los pasajeros recibirán una compensación adicional de 500 dólares cada uno“, anunció la compañía, que ya había prometido la devolución del pasaje, la entrega de un bono para un crucero de precio similar y el pago de los gastos en la embarcación -excepto en las tiendas de regalos y el casino-, así como los gastos de transporte derivados del incidente.
En un comunicado, el presidente de la mayor operadora de cruceros del mundo, Gerry Cahill, insistió en pedir disculpas a los afectados y en prometer la máxima agilidad para tratar de que todos estén de vuelta en sus casas cuanto antes.
Sabemos que está siendo un viaje más largo de lo que habíamos anticipado al comienzo de la semana bajo unas circunstancias muy complicadas.
Según las declaraciones de algunos de los pasajeros a medios locales, en la embarcación no hay aire acondicionado, hay muy poca comida caliente, son escasos los sanitarios que funcionan, mucha gente duerme en las cubiertas y los excrementos se acumulan en los pasillos.
“Sentimos mucho por todo lo que están pasando nuestros clientes” y “estamos deseando recibirlos mañana en Mobile (Alabama), donde hemos movilizado todos nuestros recursos para atenderlos y apoyarlos en su regreso a casa”, afirmó el máximo responsable de la empresa.
Las maniobras están siendo asistidas por la Guardia Costera Estadounidense, al tiempo que en el puerto de llegada Carnival contará con unas 200 personas para atender a los afectados.
A todos ellos se les ha dado la opción de ser llevados en autobús directamente a Galveston (Texas), de donde partió el barco el día 7 y donde debía llegar el día 11, o a Houston, donde hay un aeropuerto muy bien conectado con el resto del país.
Además, se les ha ofrecido pasar la noche en un hotel en Nueva Orleans, a dos horas de Mobile por carretera, antes de viajar en vuelos fletados por Carnival al día siguiente.
Así, la compañía ha reservado cien autobuses, más de 1,500 habitaciones de hotel en Nueva Orleans, varios vuelos chárter desde Nueva Orleans y Houston para el viernes y también varías vías de transporte para quien tenga que volver a Galveston a retirar sus vehículos particulares.
Según reconoció hoy la compañía en un comunicado remitido a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), este incidente podría reducir su beneficio durante la primera mitad del año en entre ocho y diez centavos por acción.
Esta noticia hizo que las acciones de Carnival cayeran este jueves en la Bolsa de Nueva York un 4% y cerraran en 37.46 dólares cada una, aunque en lo que va de año aún acumulan una revalorización del 1.88 %.