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La compañía anunciaba la firma de un contrato de concesión a 32 años con la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas (APILAC) por el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de una terminal nueva y especializada.
Incluso, ni el propio director de APILAC, Rubén Medina González ha dado la cara para anunciar oficialmente dicha inversión, o por lo menos confirmar lo que sus empleados han dicho: “es un anuncio que ha hecho Maersk, y no se dará ningún mensaje hasta que se considere oportuno”, fue la respuesta que le dieron a este reportero la gente de Comercialización y Difusión.
No obstante a la sentencia judicial que impide levantar un ladrillo en cualquier área del puerto de Lázaro Cárdenas, APM Terminals aseguró que iniciará la construcción en septiembre de este año y la primera fase estaría terminada en 2015, con un costo superior a los 300 millones de dólares.
Además, se anuncia que la empresa naviera firmó un contrato para el proyecto con una de las principales constructoras de México, Empresas ICA.
Han pasado ocho días, pero ni las autoridades de la SCT y de la propia terminal portuaria confirman que ya tienen el permiso para realizar la obra, aunque se espera que en cualquier momento, antes de que finalice el sexenio de Felipe Calderón, fijen su postura.