Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.
Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los 2.500 contenedores actuales, que son transportados a México vía Rotterdam, no justifican la creación de una línea transoceánica directa, pero los acuerdos de colaboración puedan facilitar la captación de más mercancía, no sólo de salida, sino también de entrada.
Equilibrar las importaciones y las exportaciones entre dos puertos es importante para rebajar los costes, ya que los movimientos de contenedores vacíos no contribuye a mejorar la rentabilidad.
El Musel, dentro de su política de diversificación de tráficos, tiene ya concedidas todas las ventajas posibles a la mercancía contenerizada, pero los acuerdos de colaboración con los puertos mexicanos incluyen compromisos de intercambio de información y de estudios de mercado orientados a que los operadores puedan conocer las necesidades de los cargadores y ofrecer una propuesta ventajosa a través de El Musel. Según pudo saber EL COMERCIO, en los encuentros celebrados entre empresarios asturianos y mexicanos surgieron ya algunas expectativas concretas de negocio.
Desarrollo conjunto
Tres son los puertos mexicanos con los que la Autoridad Portuaria de Gijón ha establecido contactos, Veracruz, Altamira y Tampico, y en los dos primeros casos el compromiso de colaboración se ha plasmado ya en acuerdos firmados.
El convenio firmado el pasado mes con Altamira, que se une al ya existente con Veracruz en similares términos, supone que ambos puertos se comprometen al «libre y franco intercambio de información relacionada con los tráficos de cada puerto; información sobre el historial estadístico de cada uno; proyectos de desarrollo a la infraestructura portuaria, y estudios generales de mercado», según la nota informativa que en su día hizo pública la Autoridad Portuaria.
El mismo documento aseguraba que «ambos puertos estudiarán la posibilidad de crear los medios técnicos y financieros, por medio de empresas conjuntas u otros arreglos comerciales, para promover el tráfico y las actividades portuarias mutuas».
No sólo las líneas regulares directas propician el flujo de mercancías entre dos puertos y, en ese sentido, El Musel y Altamira se han comprometido a «por medio de su habitual proceso de promoción, fomentar la relación y ventajas de hacer negocios con los Puertos Hermanos».
El puerto de Altamira movió 12 millones de toneladas en 2007 y dentro de sus principales proyectos se encuentra llegar a ser el puerto mexicano con mayor calado en el Golfo de México. Operan nueve terminales marítimas de diversas especialidades y más de un centenar de empresas de servicios portuarios.