El directivo ejemplificó con el pago “como un derecho” de alrededor de US $15 por cada contenedor por concepto de seguridad, función que corresponde al gobierno, dijo, lo que supone más costos para los importadores o exportadores.
Explicó que gran parte de los servicios portuarios, específicamente las maniobras de contenedor, son operadas por pocas compañías internacionales que cobran tarifas más altas en México que en otros países.
Otro pago que deben hacer los usuarios es por el lavado de los contenedores, “que no lo cobran en ninguna parte del mundo”, además de garantías por hasta US $1,000. Por todos esos conceptos, que además suponen trámites adicionales, México puede pagar pronto un alto precio en materia de competitividad, dijo Ramos Gil.
Para evitarlo, Ramos Gil, quien visita a Guadalajara para participar en el Primer Encuentro Iberoamericano de Derecho Aduanero, opinó que se deben crear los marcos legales que impidan la aparición de nuevos cargos por servicios a los usuarios de los puertos, regulando la manera en la que los concesionarios puedan recuperar sus inversiones sin recurrir a nuevos cobros.
Sin embargo, Ramos Gil advirtió que el alto costo portuario en México es una de “muchas cosas que el país tiene que modificar en materia de competitividad”, destacando, entre ellas, un mayor fomento del uso de los ferrocarriles y de las terminales multimodales.