El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.
El director de Toyota Capital, Eduardo Vega, explicó que el potencial para la división es alto, debido al creciente mercado en México, que asciende a 300 millones de dólares en el área de montacargas nuevos y hasta tres veces más en el de usados; un mercado que además va al alza debido a las fuertes inversiones en materia industrial que está recibiendo el país. El año pasado, las ventas de Toyota se incrementaron entre un 8 y un 10% y este año la previsión es de entre 10 y 15 por ciento.
“Los montacargas tienen un gran espectro de uso, es fundamental dentro del área de logística. Todos los productos han sido tocados por un montacargas en alguna ocasión, ya sea en la planta donde se producen o para subirlos a los camiones para su transporte”, explicó en entrevista el directivo. “Y tener tu área de logística bien manejada, con un rápido movimiento de los materiales da una ventaja competitiva en tiempos de entrega”.
Toyota Capital ofrece esquemas de arrendamiento puro y financiero. Las ventajas del primero es que se trata de un gasto operativo, que no genera depreciación ni crédito en balance, además de ser un gasto 100% deducible. El cliente tiene al final del periodo tres opciones: extender el plazo del financiamiento, regresar el equipo o comprarlo al valor justo de mercado. En el financiero, se trata de una venta a plazos, que se registra al activo del cliente y genera depreciación. El plazo máximo es de hasta 60 meses.
Sobre el mercado de arrendamiento, Vega señaló que están detectando un crecimiento de la tendencia, sobre todo en los grandes corporativos. “Por ejemplo, en la industria automotriz es ya casi una política corporativa. Para las PyMEs es una ventaja en el sentido de que preserva su liquidez y les ayuda en sus costos de operación”.
Toyota y Raymond tienen 22 y 20 años de experiencia en el mercado mexicano, respectivamente. El primero es líder en la clase 1 al 6, especialmente en las 1, 4, 5, que son montacargas de llanta dura o flexible para uso en andenes; mientras que Raymond destaca en la 2 y 3, que es equipo eléctrico para uso en espacios cerrados o centros de distribución.